Que ya nomenloqueeeces cara de moñecaaaa!
Que me dirán ustedes de qué tengo yo este domingo por la tarde una canción viejúner sonándome en mi reproductor neuronal cuando lo que debería es CUALQUIER OTRA COSA.
Creo que en realidad es porque quería venir aquí a patalear sobre mi libro ahora que se estilan tan poco los blogses, ahora que esto parece un cementerio de elefantes que es en lo que me estoy convirtiendo por curpita de mi ansiedad y mi vicio cervecero.
La ansiedad viene dada por causas ajenas a esta empresa. A la falta de lacasitos y a no ser capaz de obligar a sus ninfas hipotalámicas a que dejen de jugar al Quimicefa con mi coco. Ya les digo que si pudiera me infaba a pastillacas de esas que repartía el feliciano Huxley y todos a cagar.
En cualquier caso si me paro a pensar me doy cuenta de qué triste todo.
En otro orden de cosas hoy he pisado una playa con tremenda ventolera y absoluta ausencia de seres si no tenemos en cuenta el paseo marítimo a tope de gente y qué bonita. Pena que haya sido un nanosegundo porque la cría estaba solicitando ser portada hastalcoche, que andaba muy cansada.
La misma que anda ahora disfrazada de princesa sevillana diciéndome que le haga caso y juegue con ella. Así, a bocajarro.
Debería aprender de sus métodos si no fuera por lo que es...
Ahora si me disculpan, tengo unos playmobils que no van a jugarse solos y una cría a la que cubrir necesidades afectivas.
Y ya.
La misma que anda ahora disfrazada de princesa sevillana diciéndome que le haga caso y juegue con ella. Así, a bocajarro.
Debería aprender de sus métodos si no fuera por lo que es...
Ahora si me disculpan, tengo unos playmobils que no van a jugarse solos y una cría a la que cubrir necesidades afectivas.
Y ya.