Hay en el vientre
de cada palabra
un silencio rotundo
que me ensordece,
y me transfigura
con su llanto melancólico,
como el suspiro
del violín ,
que me desgarra el alma.
Otras veces cuando estoy
despoblado y
veo el aire que anda
despacito
como sin ganas,
entonces
descuelgo del cielo
dos o tres esperanzas
que me sirvan de amuletos
contra el mal de ojo.
Pero sin duda hay
dias
tardes
noches
en que el silencio
es rotundo
pero no me ensordece,
y es cuando sé
que estoy
en tregua , con mis fantasmas.
Salaletra adhiere a la Marcha Mundial
Hace 16 años