Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) Escritor, en el que la literatura ha ahondado hasta lo más profundo de su vida. Así lo ha sido y así lo es.
1. ¿A qué se debió el “abondono” de la poesía como género en tu vida literaria? ¿Fue total o aún le unen ciertos hilos con la poesía?
La poesía es demasiado importante para mí como para incurrir en la pretensión soberbia de haberla abandonado. Lo contrario, que ella abandone a quien se empeña en ejercerla, se me figura más probable. Precisamente porque la considero crucial en mi vida decidí renunciar al sitio en que desde tiempo inmemorial la han colocado los poetas, en el poema en verso, que a mí, por razones largas de explicar, ya no me sirve para intentar la expresión eufónica, la hondura de pensamiento , la franqueza de sentimiento, etc. En cierta ocasión, inclinado sobre la hoja papel, me descubrí imitando la poesía, esto es, copiando sus formas externas con los consiguientes artificios, y entonces obligué a la mano a parar.
2. ¿Es la poesía breve para el pensamiento crítico? ¿crees que la estructura supone un corsé a la creatividad?
No. Es iluso creer que pueda expresarse una serie de enunciados sin estructura. Todo lo que se dice con sentido entra por fuerza en un molde, incluso cuando quien toma la palabra en forma oral o escrita improvisa. Lo que afirmo, basándome en mis errores, es que si uno se conforma de antemano con los estilos, estructuras, recursos métricos y procedimientos de cualquier especie heredados de la inventiva de sus mayores, entonces sus posibilidades de lograr una obra con personalidad propia son escasas y la criatura nacerá quieras que no muerta. Seguir leyendo










