¿Dónde estaba el papel con la cita para el médico?
Se hacía tarde y revolvía cajones como loca sin nisiquera ver lo que había dentro.
El papel que necesitaba podía estar entre aquel desorden pero seguro que ni lo habría visto.
Agobiada y dando por perdida la cita , cogió algo fresco de la nevera y se sentó a quejarse de ella misma y del caos que la rodeaba, del que ella se sentía epicentro.
Se sintió un poco ahogada y cerró los ojos mientras cogía aire.
Al abrirlos , una sensación muy rara la envolvía , tenía la vista un poco borrosa pero no se encontraba mal, todo lo contrario, un extraño bienestar le recorría el cuerpo , como cuando de pequeña corría llorando hacia su madre porque se había caído y ella la abrazaba cariñosamente.
¿Y eso?
Una mancha negra en la pared, no la había visto.
Bah, normal, todo esto es un desastre .
Se acercó a ver el tipo de mancha que era mientras ésta parecía hacerse más grande. Vaya efecto óptico raro -pensó.
Sin embargo al acercase a tocar se sintió absorbida por aquella cosa extraña.
Era una locura pero no sentía miedo, rodeada de oscuridad, niebla y falta de aire.
Cuando el vértigo terminó y pudo incorporarse le pareció reconocer algo entre la neblina...
Joder un papel, la puta cita del médico ¿Qué hacía ahí?
Ah, y aquel paragüas que dejó en la puerta del banco, el libro que había buscado tanto y le dolió no recordar a quién había prestado ...
¡Su bolsa de canicas, los cromos, las peonzas!
No lo había notado pero en ese sitio se había hecho la luz.
Emocionada por encontrar sus cosas perdidas apenas se dio cuenta de una figura que la observaba.
Era él.
¿Pero cómo es posible?
Él sonreía y hasta casi cae de espaldas por el ímpetu de su abrazo.
Como se besaban...
Se preguntaban , se pedían disculpas por haberse perdido, se juraban no dejarse de nuevo, lloraban , se abrazaban...
Y ella abrió los ojos- puta vida.
Era mío otra vez - se repetía.
Vaya sueño...- Maldecía mientras descubría en sus dedos la dichosa cita del médico.