Bienvenidos a mi rinconcito del desastre....

martes, 29 de septiembre de 2015

La noche más larga

No debería llamarse aniversario a algo que no se puede celebrar con risas.
Me niego a decir que es el décimo cumpleaños de tu ausencia.
Hace diez 29 de septiembre que me dejaste huérfana de tus rarezas, tus suspiros profundos y ese halo de bondad infinita y amistad sincera que te rodeaba.
Dicen que cuando pierdes a alguien tiendes a idealizarle, sin embargo, yo sigo teniendo tus defectos presentes como algo precioso e irremediablemente adorable. Idealizada. Puede. Seguro.

Hoy es el primer día de otoño de lluvia y tormenta, como los que más te gustaban. El olor a tierra te trae más cerca de mí si cabe...
Qué guiños te hace la vida, no creyendo yo en las coincidencias y cuántas hoy, cuántas contigo.
Seguro que no hace falta que diga cuánto te pienso cada día y cómo siento el hueco profundo de ese trozo de mí que te llevaste contigo. Lo sabes. Lo sabemos.
Por el camino ésto, entre tú y yo. Las dos sabemos el por qué.

https://youtu.be/HrQ874FLCwc

viernes, 17 de julio de 2015

Contigo o sin ti.

-¿Cómo estás?-
-Si quieres te ilustro con la versión rápida : Muy bien :))).

La opción larga seguro que no te interesa  , todos preguntamos cruzando los dedos esperando la respuesta corta y sin demasiadas explicaciones, y ya hemos cumplido , somos geniales.

Pero esta vez que ni me vas a leer te digo que no, estoy cansada de esa versión.
Y...

Harta de amaneceres desganados, de desayunar promesas, del pasar de tus horas sin mí.

Desesperada por la edad, la crueldad de las hormonas, la desidia de comer por comer.

Cansada de esperarte, de verte pasar, de ilusionarme.

Harta de ignorarte, de fumar con asco, de lo agotador de la culpabilidad , de no parar de hacer cosas de cabeza.

De sentirte pero no tocarte, de imaginar que me imaginas, de tenerte cerca y dejar que los kilómetros nos partan por la mitad.

Hastiada de fantasear , de los viajes astrales, de los atardeceres que son únicos y se van quedando sin nuestros besos.

De vivir para mañana , de la presión del euro y la hipoteca, de la influencia de las mareas...

Cansada de ser inocente, de idealizarte, de no tirar la piedra contra tu cristal, de los miedos, de morderme la lengua...
De tu ni contigo ni sin ti.

lunes, 1 de junio de 2015

Nostalgia.

Ante el café frío y  los labios calientes , la nostalgia le vuelve a brotar  , como un cardenal que no se explica ni cómo ni cuando ha aparecido y descubres cuando sientes el dolor.

Una lluvia cálida de recuerdos neblinosos le cae encima , hasta el punto de flotar entre ellos, embriagada de esa anestesia que le reporta la buena memoria. Donde todo lo pasado parece primavera , llena de ricos olores y aires frescos.
Cada letra , cada mirada , cada erizador susurro , cada sentimiento resurgen de la nada del libre albedrío de recuerdos.

Pero , como siempre, descubre angustiada, brillante, esa cuchilla de doble filo que es rememorar cosas que te hicieron feliz un tiempo.

La claridad de la caída libre hacia el presente se le hace fatal e inevitable. Rápida e insoportablemente cruel.

Entonces se refugia en el consuelo de ese daño que reside en cualquier pasado.
El que le hace conformarse a no suplicar que todo vuelva a ser como nunca debió ser .

Aunque su corazón rebelde , hinchado de pasión se empeñe en hacerle pensar que repetiría esos errores una y otra vez , en un círculo vicioso perfecto y apetecible.

Ella sigue pensando en tercera persona , mientras aparta el café y escribe la lista de la compra.

domingo, 31 de mayo de 2015

El agujero de las cosas perdidas.

¿Dónde estaba el papel con la cita para el médico?
Se hacía tarde y revolvía cajones como loca sin nisiquera ver lo que había dentro.
El papel que necesitaba podía estar entre aquel desorden pero seguro que ni lo habría visto.

Agobiada y dando por perdida la cita , cogió algo fresco de la nevera y se sentó a quejarse de ella misma y del caos que la rodeaba, del que ella se sentía epicentro.

Se sintió un poco ahogada y cerró los ojos mientras cogía aire.
Al abrirlos , una sensación muy rara la envolvía , tenía la vista un poco borrosa pero no se encontraba mal, todo lo contrario, un extraño bienestar le recorría el cuerpo , como cuando de pequeña corría llorando hacia su madre porque se había caído y ella la abrazaba cariñosamente.

¿Y eso?

Una mancha negra en la pared, no la había visto.
Bah, normal, todo esto es un desastre .

Se acercó a ver el tipo de mancha que era mientras ésta parecía hacerse más grande. Vaya efecto óptico raro -pensó.

Sin embargo al acercase a tocar se sintió absorbida por aquella cosa extraña.
Era una locura pero no sentía miedo, rodeada de oscuridad,  niebla y falta de aire.

Cuando el vértigo terminó y pudo incorporarse le pareció reconocer algo entre la neblina...
Joder un papel, la puta cita del médico ¿Qué hacía ahí?
Ah, y aquel paragüas que dejó en la puerta del banco, el libro que había buscado tanto y le dolió no recordar a quién había prestado ...
¡Su bolsa de canicas, los cromos, las peonzas!

No lo había notado pero en ese sitio se había hecho la luz.

Emocionada por encontrar sus cosas perdidas apenas se dio cuenta de una figura que la observaba.

Era él.

¿Pero cómo es posible?
Él sonreía y hasta casi cae de espaldas por el ímpetu de su abrazo.
Como se besaban...
Se preguntaban , se pedían disculpas por haberse perdido, se juraban no dejarse de nuevo, lloraban , se abrazaban...

Y ella abrió los ojos- puta vida.
Era mío otra vez - se repetía.

Vaya sueño...- Maldecía mientras descubría en sus dedos la dichosa cita del médico.

sábado, 14 de febrero de 2015

Quiero saber.

Enséñame lo que es normal y lo extraña que soy.
Descúbreme y marca los límites de lo convencional y lo cuerdo.
Ilústrame sobre acicalamiento social y su complicado engranaje.
Muéstrame cómo encajar en tu mundo frío, a evitar esa excentricidad enemiga del que se lucra de mis propios pensamientos.
Háblame del amor en blanco y negro, de la música de cadenas de montaje, de los amaneceres mecánicos en los que te sientes seguro.
Del crujir de los días, el estruendo vacío, el parpadeo al unísono.
Hazme creer en vengativos dioses, en el hastío de las maneras, en el sexo por obligación y en la elegancia de lo discreto.
Muéstrame cómo agachar la cabeza , a planchar camisas con almidón y los horarios exactos de comidas.

Aprieta el eslabón perdido de mi locura y hazme gris.
Quiero saber qué harás para que yo sea tú.

domingo, 1 de febrero de 2015

Pretérito perfecto.

Caminaba contoneándose y sonriendo  cruzando los pasos de cebra ,  consciente de su belleza.
¿Por qué no?
Sentía el viento jugando con su melena ,  acariciándole dando la sensación de que sólo estaba hecho para ella , de estar viviendo una escena de película. Donde el tiempo se paraba cuando alguien le miraba maravillado y extasiado.

Oía su música mientras regalaba a su paso medias sonrisas sinceras a quienes la miraban o piropeaban.

No sabía lo que le decían los hombres.
Podrían estar gritándole burradas o insultándole cosas burdas , aunque ella prefería imaginar cosas bellas y elegantes.
Le era ajena la crítica de los demás. Porque ella misma no se permitía el lujo de juzgar aunque fuese fácil y entretenido , no era su juego.

Era de ese tipo de personas que prefieren ponerse siempre en lo bueno .
Aunque la decepcionara la gente. Había un momento y una oportunidad de enmienda para todo.

Pensaba que latir era suficiente regalo , cada mañana una oportunidad y poseer cinco sentidos para lo bueno y lo malo era la base de la vida.

Disfrutaba de las vistas del abismo en lugar de dejar de respirar por el miedo.

Y así lo vivía todo.
En color, como si fuese un cuento.
Como si esa sensación durara para siempre.

Como si la vida no la fuera a cambiar.

martes, 27 de enero de 2015

Podrías...

Podrías seguir maltratándome con tu indiferencia.
Escupiéndome tus miedos a la boca, clavarme tus errores en los ojos.
Podrías gritar tu odio arañándome la espalda, hervirme la sangre con las insignificantes migajas de tu tiempo.
Podrías arrastrarme por el suelo y quemarme la piel con tus antojos.
Podrías azotarme tus mentiras y ahogarme en el mar de tus frustraciones.
Podrías afixiarme con tus desidias y amoratar mis venas con tu cobardía.
Podrías golpear mis neuronas , apagar mis luces, matar mis sueños.
Y yo sin embargo, agazapada en un húmedo rincón desnudo, buscando la luz viciada del ambiente enrarecido,  cosería con la fuerza de mi instinto los retales de corazón que me quedaran , hasta hacerlo latir brevemente al principio.
Sacaría fuerza de las pocas mariposas que quedaran nadando en mi estómago.
Me arrastraría buscando alientos en los recuerdos.
De lo que pudres haría brotar flores nuevas de todo lo bueno que me queda.
Encontraría la luz de mis días escarbando en mis vísceras la ilusión que me robaste.
Me levantaría otra vez. 

Y seguiría queriendo aún con más ganas.

domingo, 18 de enero de 2015

Crítica de la razón.

Era tarde para arrepentirse.
La había cagado demasiadas veces y era muy orgulloso para reconocerlo.
Y más para pedir perdón por mucho que ella lo mereciera.

Cabreado consigo mismo, cogió las llaves del coche y salió sin rumbo con la música a todo volumen , en un triste intento de hacer que el corazón parara la cabalgada .

"Idiota" .
La jodida palabrita palpitaba en su cabeza una y otra vez.

Aquella rabia le llevó al paseo marítimo . Apagó el motor y deseó con toda su alma perderse para siempre en esa noche digna de las novelas de Poe.

Le maltrataba la idea de no poder saborear su boca o perderse en sus ojos, ciego de deseo.

¿Cómo podía ser tan capullo y de que servía preguntárselo ahora?

Definitivamente ella tenía la razón.
Pero él, estratega de palabras confusas , se había convertido en un maestro en hacer de ella una estúpida.
Seguramente los dos tenían razón.
O ninguno.
No, la tenía él .
O a lo mejor no.
Que si, estaba haciendo lo correcto. Seguro. Alguien debía poner algo de cordura y ella era demasiado impulsiva.
Era lo mejor.

Y de que valía la razón...
Si moría por arrancar , ir a buscarla para ponerla contra la primera pared que se les cruzara y hundirse en su cuello hasta que el olor le penetrara en las venas.
"Imbécil..."

Abrió la ventanilla y el olor a pleamar inundó el habitáculo.
Golpeó la cabeza en el volante repetidas veces con las manos en el contacto mientras le taladraba aquella palabra con la que se sentía tan identificado últimamente.

No puede ser. O sí. Quién sabe.

Aunque terminó decidiendo que era mejor no saberlo.

Rompió el ruido sordo de las olas con el del motor. Cogió aire. Se secó los ojos con la manga del abrigo y miró hacia adelante , terminando o empezando quién sabía qué.

martes, 25 de noviembre de 2014

Tempus Fugit.

Uno de mis días fijando la vista a un punto ciego, en un fracasado intento de desconectar el cerebro, me vino la idea del tiempo.
Ese que a menudo paso mirando al infinito en una retórica búsqueda del sentido de las cosas que me van mal.

Tiempo.

Al final nos parece que todo se reduce a él.
Somos animales alimentados de mentiras y ego , reducimos nuestras capacidades a un sencillo y precioso Tic, Tac.

Maldecimos el tiempo porque no nos da tregua, ni nos deja hacer lo que en realidad queremos ni estar con las personas que nos gustaría.
Nos presiona, nos angustia, nos pone límites en una gris monotonía insoportable y hace que intentemos llenar las rejillas de escaso sobrante de actividades supuestamente gratificantes.

Sin embargo recuerdo aquella historia que un profesor me contó de pequeña, donde preguntaban a una mariposa que sólo existía durante 48 horas si el árbol en el que vivía había cambiado.
Su respuesta fue:" -No, porque yo llevo aquí toda la vida y siempre ha sido igual-".

Entonces sonríes sintiéndote un ser superior; pobre mariposa.
Sin embargo... ¿No se vislumbra aquí la relatividad de la cuestión?

Pobres de nosotros, castigados por un motor que no pedimos a un ritmo no deseado. Pero... ¿Quién marcó ese ritmo sino nosotros mismos?

Elegimos culpar  a los granos de arena bajando por el cristal.

Qué cruel es el tiempo, cómo pasa.