Edurne

Los viajes en tren tienen algo mágico. No sé si es la belleza de los paisajes por la ventana, el tiempo detenido, la lectura que me acompaña, el azar, las casualidades. Hace un par de semanas, cogí un tren en Atocha para volver a Zaragoza. Subí pronto al vagón, busqué mi sitio, frente a una mujer que hablaba por teléfono, saqué un libro y me acomodé para pasar un rato agradable. Últimamente leo y escribo mucho sobre montañismo. Estaba terminando de leer la biografía de Edurne Pasaban (‘Catorce veces ocho mil’), la primera mujer en el mundo en escalar los catorce ochomiles de la Tierra. Estaba absorta en el capítulo en el que habla de sus problemas de salud mental, su depresión y sus intentos de suicidio. Pensé: qué valiente, qué mujer tan fuerte, qué vida tan apasionante, qué difícil es encontrar tu propio camino. Levanté la vista del libro, la mujer terminó su llamada, la miré, me miró, vio su nombre en la portada y empezamos a hablar.        

Hace unos días volví a ver a Edurne en Zaragoza, en la conferencia inaugural del ciclo ‘Educar para el futuro’, en el Patio de la Infanta. Es un lujo escucharle contar su historia, desde sus inicios en la montaña en Tolosa hasta hoy, animando a soñar en grande, pero dando pasos pequeños, y siempre rodeada de su equipo. ¿Y ahora qué?, le preguntan en las entrevistas, tras haber conquistado las cumbres más altas y peligrosas del mundo. “Ahora estoy en mi 15º ochomil, el más complicado, el reto más grande de mi vida, que es educar a mi hijo”, nos contó.    

En otro viaje en tren me gustaría que me tocara enfrente de Aitana Bonmatí o Gioconda Belli.   

Image

(Artículo publicado hoy en Heraldo de Aragón)

2 comentarios

Archivado bajo literatura, viajes

’13 de agosto’, del libro al podcast

Mi libro “13 de agosto” salta del papel a las ondas. Estoy muy contenta de presentar el podcast “13 de agosto. La tragedia aragonesa del K2”, en colaboración con Aragón Radio, y disponible desde este viernes en varias plataformas.

Image

Escúchalo en Aragón Radio

Es mi primera aventura en este formato. Gracias a Ana Segura, que me lanzó la idea, me convenció y me guio en el camino. Y muy agradecida a los montañeros y sus familias, los protagonistas de esta historia, por su colaboración, su generosidad, por confiar en mí, por compartir sus recuerdos y sus desvelos.

“13 de agosto” es mucho más que la historia de la tragedia del K2. Es una historia sobre la irresistible atracción de las montañas. Sobre las pasiones que nos mueven. Sobre el precio que pagamos por ello. Una pasión es un hechizo. Pepe Garcés, Javier Escartín, Lorenzo Ortas, Lorenzo Ortiz, Javier Olivar, Manuel Ansón y Manuel Avellanas cayeron hechizados desde niños por las montañas. Una pasión no se puede explicar del todo con palabras, ni en un libro ni en un podcast. ¿Por qué subís montañas? Porque están ahí.

También se puede escuchar en: Spotify, Ivoox, Apple y Youtube.

Más información aquí sobre el primer podcast documental de Aragón Radio.

2 comentarios

Archivado bajo Uncategorized

La Tienda

Cuento los días para volver a juntarnos todos en la Tienda. Como las aves que emigran, viajan miles de kilómetros y vuelven cada año a su punto de partida. Esta semana vamos llegando todos desde Logroño, Zaragoza, Pamplona, Madrid. La Tienda está en los bajos de la casa de los abuelos, en la plaza del Royo, en Cervera del Río Alhama (La Rioja). Fue una de las primeras tiendas de ultramarinos del pueblo. Ahí trabajaban los abuelos y echaban una mano en verano los hijos y, más tarde, los yernos. Los niños de mi generación nos acordamos de jugar entre los sacos de legumbres, las latas, las sandías y las cajas de zapatos. El abuelo nos regalaba chuches y helados a escondidas. A nosotros ya no nos tocó usar la báscula y hacer cuentas.

Cuando los abuelos se jubilaron, la tienda se convirtió en el punto de reuniones familiares, con mesas, bancos, cocina, un baño y almacén para las bicis y los juegos. Adoptó la mayúscula y pasó a ser la Tienda. Hace poco pusimos un futbolín. No hay tele. Las noticias del mundo llegan difuminadas y sin prisa, con menos urgencia, con más calma. Los desayunos son eternos. Las magdalenas de chocolate saben mejor en la Tienda. Y por la noche, sacamos las sillas a la calle para la fresca. La plaza del Royo vuelve a llenarse de niños en verano. En esta semana de fiestas volveremos a juntarnos casi todos a comer. No sé cómo hacemos para caber treinta y tantos en la Tienda. Bueno, sí, con paciencia, organización, turno de mayores y turno de pequeños, y muchas risas. Nos agobiaremos con el barullo, y luego lo echaremos de menos. Ojalá cada uno encuentre su Tienda.

Image

(Artículo publicado en Heraldo de Aragón el 21 de julio de 2025)

2 comentarios

Archivado bajo Cervera

13 de agosto

El 13 de agosto de 1995, los montañeros aragoneses Javier Escartín, Lorenzo Ortiz y Javier Olivar perdieron la vida tras conquistar el K2 (8.611 metros), la segunda montaña más alta del planeta y probablemente la más peligrosa. Los tres formaban parte de una expedición conjunta de Peña Guara y Montañeros de Aragón, con Lorenzo Ortas, Pepe Garcés, Manuel Ansón y Manuel Avellanas, que partió en junio hacia el Karakórum (Pakistán). La alegría por el éxito de la cima se truncó en tragedia durante el descenso.

Image

Treinta años después, me he propuesto contar su historia. ’13 de agosto’ (editorial Doce Robles) es mi tercera novela (tras ‘El refugio de las golondrinas’ y ‘Catorce’) y un libro muy especial. No es exactamente un libro de montaña, no es una novela histórica, no es un reportaje periodístico. Es un poco de todo eso y algo más. Es un homenaje a los montañeros aragoneses del K2, a una generación irrepetible, a una manera de entender el alpinismo. Es un viaje –suyo, mío- en búsqueda de respuestas. ¿Qué pasó en la cima del K2 el 13 de agosto de 1995? ¿Aquel viaje mereció la pena? ¿Cómo lo vivieron sus familias? ¿Cómo siguió la vida después? ¿Cuánto tiempo dura el duelo? ¿Cómo se moldean los recuerdos? ¿Por qué subimos montañas? ¿Se puede vivir sin pasiones?

“Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué” (Michael Ende, ‘La historia interminable’).

Image
Los protagonistas: Manuel Ansón, Manuel Avellanas, Javier Escartín, Lorenzo Ortiz, Lorenzo Ortas, Pepe Garcés y Javier Olivar, en 1995 ante el K2.

Más información:

Heraldo de Aragón: ’13 de agosto’, la tragedia del K2 contada por Paula Figols

Entrevista en Heraldo de Aragón: «Me ha emocionado oír el relato de la tragedia del K2 contado por las familias»

Entrevista en el Diario del Alto Aragón: «Treinta años después, aunque matizado, el dolor por el K2 sigue ahí»

Artículo en Aragón Digital: «La tragedia del K2 es un capítulo de la historia de Aragón»

Noticia en Aragón TV: ’13 de agosto’, el día en el que tres montañeros murieron en un trágico descenso en el K2

Entrevista en el programa Buenos días de Aragón TV

Artículo en El Periódico de Aragón: La memoria imborrable de ese ’13 de agosto’

Entrevista en el programa La Cadiera de Aragón Radio

Entrevista en el programa La Torre de Babel de Aragón Radio

Entrevista en el programa Buenos días fin de semana, de Aragón Radio

Artículo en Arainfo: Treinta años de la tragedia del K2

Entrevista en el programa A vivir Aragón Radio Zaragoza

Entrevista en Informativos RNE Zaragoza

Artículo en El Diario.es: Una tragedia, un milagro y un tipo de montañismo que se ha perdido: 30 años de la fatídica expedición aragonesa al K2

Entrevista en el programa Buenos días de Aragón Radio: Treinta años de la tragedia aragonesa en el K2

Artículo en El País: Se cumplen 30 años de la tragedia aragonesa en el K2: vientos huracanados y una larga noche de espera

Blog No dormir por haber leído: Homenaje a unos apasionados

Entrevista en el programa Tierra de aventuras, de Aragón Radio (a partir del minuto 15)

Entrevista en el programa SER Aventureros (a partir del minuto 30)

Artículo y vídeo en Comarques Nord

2 comentarios

Archivado bajo literatura

La niña mala

Es curioso cómo algunas noticias remueven nuestros cajones de la memoria y nos llevan de viaje a un lugar y un momento concretos. Me desperté hace unos días con la noticia de que había muerto Mario Vargas Llosa. Y la memoria me transportó a unas vacaciones de Semana Santa de hace catorce años. Las chicas eran pequeñas, estábamos en un camping de Hervás (Cáceres), llovía y llovía. Me había llevado un libro por si tenía algo de tiempo para leer. Suelo elegir mis lecturas por el argumento, por el autor o por alguna recomendación. Otras veces, sin más, porque me gusta el título.  Como en este caso, “Travesuras de la niña mala”. Vimos en la tele la final de la Copa del Rey que ganó Cristiano al Barça con un cabezazo en la prórroga. Y esa noche terminé el libro. Recuerdo el momento exacto de llegar a la última página y no querer que acabara.

Igual que recuerdo con exactitud la primera vez de “Cien años de soledad”, adolescente, montada en el bus 36, desde el Arrabal hasta las Delicias, para ir a entrenar con mi equipo de balonmano. Si cogía sitio, sacaba el libro y un lápiz para ir escribiendo el árbol genealógico de los Buendía y no perderme. O la primera vez que me atravesaron los versos de Gioconda Belli. “El ojo de la mujer” me llamó desde el estante de una librería de Barcelona, con 18 años. Y ya me enamoré para siempre de Gioconda y su Nicaragua.

Los libros me han permitido ser maga, pirata, marinera, exploradora, viajera, amante, guerrillera, alpinista, astronauta, detective, asesina, gimnasta, librera, princesa y niña mala. Disfruten de la primavera y de los libros.

Image

(Artículo publicado en Heraldo de Aragón el 21 de abril de 2025)

Deja un comentario

Archivado bajo literatura

Salmones

Llevo unos días inquieta por los salmones. Leí la noticia en internet y al principio pensé que se trataba de una broma viral o de una ‘fake news’. Pero parece que no. En Noruega están buscando a 27.000 salmones que se han escapado de una piscifactoría. Incluso han puesto precio a su cabeza: 500 coronas (unos 43 euros) por ejemplar. Los salmones se escaparon hace dos semanas aprovechando que una tormenta había agujereado uno de los tanques de su criadero, en el condado de Trons, un paisaje idílico entre fiordos y montañas nevadas. La empresa Mowi, la dueña de la piscifactoría, está preocupada por el negocio (se le han escapado una cuarta parte de sus peces). Por su parte, los ecologistas advierten del riesgo medioambiental de que los salmones cautivos se mezclen con los salvajes.

Sigo buscando noticias para saber la resolución del caso, pero no encuentro mucho más en el mar contaminado de internet. Me acuerdo de ‘Big Fish’, la película de Tim Burton. Todos necesitamos alimentarnos de historias. Tal vez los salmones prófugos querían escapar a su destino, ver mundo, hacer un viaje en busca de aguas más cálidas, conocer a otros peces. Tal vez la mayoría vuelva a casa (dicen que tienen un gran sentido de la orientación y al final de sus días el 90% regresan al lugar donde nacieron). Tal vez alguno rehaga su vida en aguas más meridionales. Iba corriendo ayer por la ribera del Ebro al atardecer, evadiendo la cabeza de noticias internacionales descorazonadoras y recados pendientes, cuando me pareció ver uno asomar la cabeza bajo el puente de Piedra. Shhh, guardaré el secreto, ojalá disfrute de su viaje.

Image

(Artículo publicado en Heraldo de Aragón el 21 de febrero de 2025)

Deja un comentario

Archivado bajo relatos, viajes, Zaragoza

Vivir

Dicen que ayer fue el día más triste del año. Cosas del marketing: a algún pseudocientifíco se le ocurrió que el tercer lunes de enero fuera el ‘Blue Monday’ (y así animarnos a ir de compras para sacudirnos el frío y la desazón). Coincidió este año además con la toma de posesión de Donald Trump. No se me ocurre un día más gris oscuro.

Yo salí de casa envuelta en una bufanda de colores y me monté en una bizi. En lo alto del puente de las Fuentes me paré para hacer unas fotos del amanecer. A mi lado otra ciclista tuvo la misma idea. Era una señora mayor de melena plateada, sonrisa misteriosa y piernas fuertes. Me hizo un gesto y la seguí cuesta abajo. Pedaleamos durante horas, dejamos Zaragoza atrás, llegamos a Manhattan, compartimos una tarta de fresa y algunos secretos, paramos en un par de librerías y me acompañó de vuelta a casa, justo cuando el sol se ponía por detrás del Moncayo.

Antes de despedirnos me regaló uno de sus libros preferidos. Abrí una página al azar y ahí estaba Miss Lunatic: “Para mí, vivir es no tener prisa, contemplar las cosas, prestar oído a las cuitas ajenas, sentir curiosidad y compasión, no decir mentiras, compartir con los vivos un vaso de vino o un trozo de pan, acordarse con orgullo de la lección de los muertos, no permitir que nos humillen o nos engañen, no contestar que sí ni que no sin haber contado antes hasta cien como hacía el Pato Donald… Vivir es saber estar solo para aprender a estar en compañía, y vivir es explicarse y llorar… y vivir es reírse…” (‘Caperucita en Manhattan’, Carmen Martín Gaite). La misteriosa dama me guiñó un ojo y se marchó a lomos de una bizi turquesa.

Image

(Artículo publicado en Heraldo de Aragón el 21 de enero de 2025)

3 comentarios

Archivado bajo literatura, relatos, Zaragoza

Liliana

Cierro mi última lectura del año con un estremecimiento. Vuelvo a la portada y la veo a ella, a Liliana, con su sonrisa, su determinación, su fuerza y su fragilidad, con todos los planes y sueños por cumplir. Liliana era una joven estudiante de arquitectura de 20 años, asesinada el 16 de julio de 1990 en su casa de Ciudad de México por su exnovio, huido desde entonces. Su hermana, Cristina Rivera Garza, ha escrito ‘El invencible verano de Liliana’, Premio Pulitzer 2024 en la categoría de memoria o autobiografía. Treinta años le ha costado a la autora poder escribir este libro, lidiar con el dolor, la culpa, la vergüenza, el abandono que acompañan a los familiares de las víctimas. Cristina teje un precioso retrato de su hermana a partir de los recuerdos familiares, los testimonios de los amigos de Liliana, sus cartas y diarios, sus canciones preferidas. “En lo más profundo del invierno aprendí al fin que había en mí un invencible verano”, escribió Albert Camus. Liliana tomó prestada la frase para aconsejar a una amiga y, tal vez, para contarse a sí misma cómo escapar de una relación tóxica de la que apenas hablaba.

Llevo unas semanas conociendo a Liliana y a Cristina, disfrutando con calma de la lectura, sumergiéndome en sus páginas, emocionándome e indignándome con ellas. Si alguien aún no ha escrito la carta de los Reyes o busca ideas para un amigo invisible, le recomendaría que conozcan a Liliana. Y pondría este libro como lectura obligatoria para todos aquellos que minimizan o niegan la violencia machista. Brindo por Liliana y por los veranos invencibles. ¡Feliz Navidad!

Image

(Artículo publicado en Heraldo de Aragon el 21 de diciembre de 2024)

Deja un comentario

Archivado bajo literatura

Taquicardia

Teresa Álvarez era profesora de Lengua y Literatura en un colegio de Zaragoza, activa, viajera, solidaria, acababa de presentar su tesis doctoral sobre literatura africana. Tenía 41 años y muchos planes de futuro… hasta que en 2016 su vida dio un giro radical hacia un abismo insondable. Tras pasar lo que inicialmente parecía una gripe, desarrolló un síndrome de fatiga crónica posviral (similar a lo que sufren los pacientes de covid persistente). Desde entonces convive con este síndrome incapacitante, muy desconocido, para el que no hay cura. Sufre agotamiento extremo, mareos, taquicardias, falta de concentración y de memoria. Hay días en los que no se puede levantar de la cama. Otros en los que sale de casa en silla de ruedas. A veces puede dar un pequeño paseo. Hace poco cogió sola un bus urbano por primera vez en ocho años.

En este tiempo, ha sufrido un periplo médico y burocrático para ver reconocida su situación. El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad en la que los pacientes (la gran mayoría son mujeres) se sienten invisibles. Ella ha pasado por momentos de frustración, indignación y desesperanza. Mientras, escribía. Un día, unas líneas; otros, nada; paso a paso, página a página. “No me quería resignar. Quería darle un sentido a mi vida. Escribo para poder vivir, para poder sobrevivir”, cuenta. De este esfuerzo titánico, de su fuerza de voluntad, de la literatura como tabla de salvación, de su pasión, nace su novela “Taquicardia” (Pregunta ediciones). Se presenta este jueves en el Museo Pablo Serrano. La autora donará los beneficios a la investigación.

Image

(Este artículo se publicó el 21 de octubre en Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo literatura

El 47

El bus sube renqueante y con esfuerzo las cuestas sin asfaltar de Torre Baró. Manolo Vital, el conductor de la línea 47 de Barcelona (plaza Cataluña-Guineuta), ha secuestrado el autobús para demostrar que sí, que se puede llegar hasta ese barrio olvidado por el Ayuntamiento, construido con idealismo y tesón por inmigrantes andaluces y extremeños en los años cincuenta. Los espectadores nos trasladamos al 6 de mayo de 1978, nos subimos al Pegaso articulado y empujamos emocionados desde la butaca. “Esta es la historia de mi familia, de mi barrio, de mi ciudad, de mi país”, dice la voz en off de Joana, la hija de Manolo Vital en la película ‘El 47’ (dirigida por Marcel Barrera, estrenada en los cines hace unos días).

‘El 47’ es un homenaje a los charnegos, a los inmigrantes, a los barrios, al movimiento vecinal, a los que habitan los extrarradios. Manolo Vital es el héroe real de esta historia: extremeño que emigró a Barcelona huyendo de la pobreza y que lideró a sus vecinos de Torre Baró para conseguir servicios para el barrio. “Luchamos por la dignidad. Y la dignidad no es algo abstracto. Es la lucha por la educación, la sanidad, el autobús…”, afirma. El 47 podría circular por las calles estrechas de los barrios zaragozanos de Valdefierro, Oliver o La Paz, que también crecieron de noche en los años cincuenta y sesenta. Los vecinos construían sus casas por la noche, porque la ley decía que si al amanecer tenían techo no se podían tirar. Una sale del cine con los ojos empañados y un nudo en la garganta. De fondo suena la preciosa canción ‘El borde del mundo’, de Valeria Castro. Aún quedan muchas cuestas por subir.

Image

(Artículo publicado el 21 de septiembre en Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo Uncategorized

Resaca olímpica

Me he quedado congelada a tres metros sobre el suelo en una pirueta imposible de Simon Biles. En el crujido de la rodilla de Carolina Marín y su desconsuelo desgarrador. En la cara de Jacob Ingebrigtsen cuando le pasan en la última recta del 1.500 y se queda sin medalla. En la elegancia de su zancada y la redención en el 5.000 unos días después. En el abrazo de oro de María Pérez y Álvaro Martín tras hacer historia. En el vuelo de Duplantis (¿Cuántos saltos habrá hecho en su vida para llegar a este récord del mundo? ¿Cuántas horas, cuánto esfuerzo de todos ellos en el largo camino hasta París?). En la tensión contenida de Ana Peleteiro antes del último salto. En la cara de concentración y responsabilidad de Alexia antes del último penalti. Cara o cruz. Esta vez tocó cruz. En la emoción de las despedidas. En la épica de los chicos del balonmano. En la alegría colectiva de las chicas del waterpolo. En el discurso de Paula Leitón. En la felicidad de Ayoub Ghadfa con su medalla de plata. En el gesto de Manizha Talash para recordarnos que en muchos lugares del mundo la vida es una pesadilla…

Ya han pasado unos días de los Juegos y no quiero olvidarlos. Antes de que las obligaciones, las rutinas y las broncas políticas nos arrollen de nuevo, quiero quedarme a vivir unos días más en el ambiente olímpico. En los sueños de esos niños que han llegado a competir en París. Los que ganaron medalla y los que no. En sus emociones compartidas, en todo lo que nos enseñaron. Gracias por recordarnos que la felicidad no se mide en medallas, sino en disfrutar del camino y seguir soñando.

Image

(Artículo publicado el 21 de agosto en Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo deportes

Carreteras secundarias

Las circunstancias nos llevan a hacer un viaje imprevisto de Cervera del Río Alhama (La Rioja) a Santander. Decidimos dejar la autopista y viajar por carreteras secundarias. El viaje es más largo pero más bonito. Circulamos entre viñas y campos de cereales, girasoles en flor, desfiladeros, montañas, pequeños pueblos, huertos, helechos y prados rumbo al mar. Es un viaje entre sol y nubes, con algunas gotas de lluvia, como la vida. Me acuerdo de esos versos famosos de Jorge Manrique y apunto los ríos que cruzamos en el recorrido: Alhama, Ebro, Najerilla, Oña, Oca, Nela, Trueba, Cerneja, Calera, Ruahermosa, Cubón… Las vacas y la niebla nos indican que nos acercamos al norte. Vamos a despedir al tío Javier y por la ventanilla se cuelan recuerdos infantiles, fotos, Nochebuenas, veranos, libros, rabas, el “paipo” que nos regaló para saltar olas, imágenes de la playa de Canallave (nuestra preferida), la merluza que nos preparaba cuando íbamos de visita, los sobaos del desayuno, los quesos y anchoas de Santoña, conversaciones de cine y de historia, relatos de viajes, sardinas a la brasa, las vistas de la bahía. Ya huele a mar. Llegamos al final del viaje, convencidos de que merece la pena dejar atrás las prisas, salir de la autopista, no seguir siempre el camino más recto o el más fácil, cambiar la perspectiva, bajar la ventanilla y que entren los recuerdos, disfrutar de las carreteras secundarias.

Javier, aunque no te gustaran mucho los deportes, te cuento que hemos ganado la Eurocopa y que pronto empiezan los Juegos Olímpicos. Y te prometo que volveremos a bañarnos en Canallave.

Image

(Artículo publicado el 21 de julio en Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo viajes

Golondrinas

Un día estás en casa haciendo coletas y corriendo para llegar a tiempo el último día de cole. Recogiendo las carpetas del curso con dibujos y manualidades. Organizando las mochilas para los campamentos y los cubos para la playa. Y poco después, se han hecho mayores. La infancia de las hijas transcurre rápida como un parpadeo. Cientos de fotos, de risas, de momentos, que revisamos estos días con un nudo en la garganta. Despedimos un curso muy especial, y nuestra casa está llena de maletas y de planes. Pienso en las golondrinas, que llegan a nuestros pueblos a pasar el verano y se marcharán cuando empiece el frío. Las nuestras están a punto de emprender el vuelo. Los estudios, el fútbol, la vida les llevarán lejos. Aprovecharemos este último verano que empieza con Eurocopa, Juegos Olímpicos, viajes, playa, camping, Cervera, horchatas de Tortosa, croquetas del Marqués, películas el viernes por la noche. Podemos repasar algunos de nuestros clásicos: “Cinema paradiso” (ay, esa despedida en la estación), “El cazador”, “El Padrino”, cualquiera de Indiana Jones, algún capítulo de “Cuéntame”.

Antes de que pase (veloz, también) este verano y la pelota comience a rodar en otros campos, sólo os deseamos que seáis felices, que disfrutéis del camino, que valoréis los pequeños momentos, que sigáis soñando, que lo intentéis, que voléis alto, que os manchéis de tierra, que tengáis paciencia, que seáis humildes y ambiciosas, que pidáis ayuda, que no perdáis la curiosidad ni la mirada crítica, que deis muchos abrazos, que encontréis vuestras canciones y libros preferidos, que nos mandéis fotos al grupo de whatsapp.

Image

(Artículo publicado el 21 de junio en Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo educación, viajes

Picarral

Leer y escribir son aventuras arriesgadas. Son una invitación a perderse en el laberinto; a vivir vidas ajenas; a soñar mundos imposibles; a ser otros y a ser nosotros mismos; a escapar de la vida cotidiana y a refugiarse en ella; a inventar y a inventarse; a descubrir; a reconocerse; a pisar la tierra y a volar. Como lleva haciendo la comisión de mujeres del Picarral desde hace 40 años. Compartiendo a la vez la pasión por la literatura y por el barrio. En 1984 la comisión de mujeres de la asociación de vecinos de este barrio obrero de Zaragoza organizó la primera edición de su certamen literario. Mientras reclamaban colegios, guarderías, centros de salud, autobuses y la salida de las fábricas más contaminantes, también apostaban por la cultura. Y cada año han seguido fieles a su cita. El concurso no paró ni con la pandemia. Cada edición se ha dedicado a un tema (ser mujer, el barrio, la juventud, la madurez, la convivencia, el amor, la violencia de género, la comunicación, la inmigración, los cuidados…) y los relatos ganadores se publican después en un libro. Los ganadores no reciben premios económicos, sino vales para comprar libros.

El certamen literario del Picarral es uno de los concursos más longevos de Aragón y esta semana ha celebrado su 40ª fiesta de cumpleaños. La cita reunió en el centro cívico Tío Jorge a escritores y miembros de los jurados de las últimas cuatro décadas, a bibliotecarios queridos, a vecinos del barrio, a amantes de la literatura. Compartimos historias y recuerdos, hicimos un viaje en el tiempo y brindamos por muchos años más. ¡Feliz Día del Libro!

Image

(Artículo publicado el 21 de abril en el Heraldo de Aragón)

Deja un comentario

Archivado bajo literatura, Zaragoza