Reseña: GOAT.- ‘Goat

AVISO: ¡Álbum adictivo!

El misterio colectivo sueco GOAT abre de par en par las puertas de su colorista y lisérgica pista de baile para ofrecer a sus fans uno de los mejores álbumes de su carrera. , Impactante, caótico por momentos, pero siempre sorprendente su sexto álbum ‘GOAT’, enciende la bola de espejos de discoteca llenando de color sus psicotrópicas canciones y nos muestra la mejor versión posible de este versátil y creativo grupo enmascarado. El álbum ve a esta impredecible banda invocando rituales impulsados ​​rítmicamente en un estilo inconfundible, estimulante y brillante, igualmente apto para encender pistas de baile y expandir mentes. Sus psicodélicas canciones beben de la fuente del afro-beat, del funk, de la world music, del hard-rock de los 70’s para convertirlas en auténticos rituales de vudú. Piensa en bandas como FUNKADELIC, OSIBISA, o hasta en FRANK ZAPPA como anfitriones de una fiesta salvaje en la que el hip-hop es un invitado de postín. Cada pista consigue cautivar al oyente con esos ritmos diabólicos en los que lo lisérgico se convierte en un elemento fundamental. Pero la capacidad de este creativo colectivo hace que cada pista contenga grandes sorpresas para el oyente. Una sesión de electro-shock musical que siempre consigue su objetivo, llevar al oyente al lugar preciso que desean. Con unos surcos lleno de ganchos, y desarrollando sus canciones en un amplio espectro musical, los géneros no tiene secretos para estos chicos. Pero lo más sorprendente y admirable de este salvaje y monumental álbum, es que cada giro inesperado, se convierte en una gran oportunidad para descubrir los mas valiosos tesoros compositivos de GOAT. Impresionante, enmarañado por momentos, pero siempre excitante, esta nueva entrega del misterioso colectivo sueco se convierte en experiencia catártica, ritualista y trascendental para el oyente. Un auténtico soplo de aire fresco para un género sonoro que no parece tener límites, en el que cautivadoras voces, ritmos diabólicos, líneas de bajo excelsas, guitarras ácidas, te crearán la necesidad de volverlo a escuchar una y otra vez. Teniendo en cuenta el poder adictivo de sus canciones, Denpafuzz no se hace responsable de los efectos que una escucha prolongada puede afectar a tus neuronas, pero también desde aquí, te invito a caer en la tentación.

¡¡Dale al play, no te arrepentirás!!

‘GOAT’ está disponible vía Rocket Recordings

La canción de apertura del álbum nos sirve de termómetro del contenido del álbum. ‘One More Death’ palpita entre coloristas ritmos tribuales y voces llenas de gancho sobre un denso tapiz psicodélico. La contundencia de la línea del bajo y los sonidos cambiantes nos llevan a atravesar humeantes bosques lisérgicos. Una parada en la intensidad de una pista que no baja en ningún momento el listo de calidad de la banda sueca. Un torbellino musical de vibraciones ácidas a la altura de sus mejores canciones.

En álbum serpenteante y lleno de sorpresas, ‘Goatbrain’ nos anima con sus ritmos afro-beat. Construyendo la canción desde una estructura sencilla, las voces se compenetran con los tambores para crear una pista llena de vida en la que los instrumentos de viento se unen a esta colorista fiesta ritual. Pero no, los suecos no se olvidan de regalarnos algún solo de guitarra ácida en esta particular bacanal sonora.

Como si estuviéramos en un jardín de la tierra del sol naciente ‘Fool s Journey’ es un canto a la luz a través de pasajes instrumentales guiados por el sonido de una mágica flauta. Un toque de exotismo a semejanza de lo que nos tienen acostumbrados.

Entre efectos de wah-wah ‘Dollar Bill’ se viste de FUNKADELIC en otro espectáculo de vibraciones ácidas de aroma vintage. La canción contiene una gruesa base rítmica con la que amortigua las embestidas de sus corrosivos pasajes de guitarra. Pero estamos ante GOAT, una banda capaz de sorprenderte en cada esquina y aquí su orgía lisérgica se expande hasta convertirse en una jam alocada y ácida.

Nuevamente creando una atmósfera vintage, los elementos de fusión afloran en ‘Zombie’ con forma de ecos Funky y un tono mas propio de los 70’s mirando de reojo a los ganchos hip-hop. Un corte hipnótico que te atrapa entre sus ritmos vibrantes y te invita a entras en la pista. Una canción para disfrutar con las luces de una bola de espejo de discoteca. ¿Bailas?

Manteniendo ese sonido ‘disco’ ‘Frisco Beaver’ eclosiona entre ritmos abro-beat en un nuev estallido de color y ritmos que te atrapan. Los tambores y una guitarra casi surfera acompañan las melodías vocales. Pero siempre hay algún elemento innovador, y aquí los teclados compiten por el protagonismo en una divertida lucha en el que nadie resulta perdedor. Sonidos de los 70’s de alto nivel.

Los sonidos de un luminoso jardín del Edén revolotean en ‘The All Is One’. Una bucólica canción acústica llena de belleza.

Con la pista de baile abriendo sus puertas, ‘Ouroboros’ nos acosa con sus ritmos hip-hop y sus voces abro-beat. Oscilante por momentos y con un sonido dual, aquí nada pes lo que parece. Siempre sorprendente, la canción oscila y serpentea con un groovy imposible de rechazar. Golpes Funky, un bajo poderoso e hipnótico nos llevan a sucumbir a los encantos de esta endiablada canción. Como si estuviéramos en los 70’s GOAT se deja llevar por sus instintos psicodélicos y experimentales durante siete minutos en esta versión extendida, pero para cerrar el álbum nos ofrecen su versión (Radio edit). Aquí van directamente al grano, sin hacer prisioneros.  

Goat 

Rocket Recordings

Reseña: O’K AND THE NIGHT CREW.- ‘Zen and the art of rock and roll maintenance’

En activo desde 2018, y absolutamente desconocidos para mí hasta este momento, O’K AND THE NIGHT CREW, han conseguido que mi cabeza estalle con su nuevo álbum ‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’. Un poderoso artefacto sonoro en el que el trio de Connecticut explora con gran acierto las vibraciones heavy-blues y hard rock de los 70’s, con un sonido acido y unas guitarras estelares a las que incorporan rugosos riffs stoner.  Sonidos primitivos llenos garra y fuerza, ejecutados como unos auténticos veteranos. Siempre con un aroma añejo, cada canción ofrece al oyente un punto de vista diferente sin renunciar a su esencia vintage. Pero también encontramos momentos más propios de los sonidos desérticos de los 90s en unas canciones poderosas como un trueno. El álbum es un perfecto collage de vibraciones de los 70’s y en sus surcos no hay ninguna canción de relleno.  ‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’ es la perfecta banda sonora para una noche de desenfreno, una de esas noches que se largan hasta el amanecer. Este power trio emula a los pioneros, pero sabiendo a le perfección que hacen, y además lo hacen bien, porque este nuevo álbum una colección de éxitos repleta de fuzz, riffs, funk y buen rock a la antigua. Un álbum que no es para los débiles, y que a buen seguro hará que tu cuerpo se estremezca con esas fantásticas vibraciones de antaño. ¿Te atreves a degustar estas nueve salvajes canciones? No te dejes engañar por su portada, el viaje merece la pena.

Advertencia: Este álbum puede resultar adictivo. Desde Denpafuzz no nos hacemos responsables de una escucha prolongada. ¡Avisados estáis!

‘ZEN AND THE ART OF ROCK AND ROLL MAINTENANCE’ está disponible vía Oak Honest Records.

‘The Poor Surgeon’ eclosiona en riffs poderosos con una voz desgarrada que directamente nos traslada a algún sucio garaje usado como local de ensaño en los primeros 70’s. Su primitivo sonido y su cadencioso groovy tienen todos los elementos para atrapar al oyente a las primeras de cambio. Ese sonido difuso y el aura vintage son alicientes suficientes para seguir explorando un álbum que te sorprenderá.

Mas contundente y rugoso, ‘Walk on’ se desarrolla con un aroma más noventero al que los solos de guitarra y las voces aportan su tono rockero más clásico. 

Con un groovy que te atrapa ‘Phaedrus the Wolf’ juega con elementos funk y con ritmo colorista bajando algo la intensidad. El ritmo por encima de unos riffs omnipresentes que se balancean por un espacio animado en el que los ganchos Stoner afloran con naturalidad.  Un torbellino de fuzz completa otra notable canción construida sobre una estructura sencilla pero efectista.

En ‘100 miles’ la banda nos invita a orgía de ritmos vintage de la que no podrás escapar. Un corte bailongo que te cautivará sin remisión. Por momentos con un tono más propio de bandas como Blue Cheer, el corte contiene solos ácidos acompañando a ese ritmo imparable. Los tonos blues hacen acto de presencia con un ropaje retro de alto nivel.

La bacanal vintage continúa con la trepidante ‘Cosmic Meditations’. Una canción salvaje y arcaica llena de garra en la que el blues y los ritmos retro nos sumen en otra orgía de riffs y ritmos que te volarán la cabeza y harán que tu cuerpo se active sin remisión. Una perfecta banda sonora para una noche de sábado en la que el rock manda. El corte tiene distintos cambios de ritmo que siempre van a más. Retro-rock irreverente y bien tocado.

‘Outsiders of the Mind’ nos noquea con golpes de hard-rock poderoso y estribillos contagiosos. En esta ocasión la banda toma una senda más ortodoxa para mostrar al mundo todo su potencial. Rock directo, sin contemplaciones, con un ritmo trepidante y unos solos de guitarra que nunca faltan a su cita.

El contagioso ritmo de ‘Law of One’ nos devuelve al corazón de los 70’s con una mezcla efectiva de rock crudo y unas gotas de blues. Los estribillos pegadizos aportan color a un corte turbio en el que el rock de siempre se manifiesta mostrando su cara más sucia, pero a su vez divertida. Con alguna dosis de fuzz intoxicante la banda nos envuelve entre humo cannábico para hacer el corte más aturdidor. La banda no hace prisioneros en otra canción aguerrida y de fácil escucha.

Con un tono stonerizado, ‘Voyage to Ecstacy’ incide en el rock primitivo a paso lento. Una mezcla atractiva que combina momentos de blues pesado y una atmósfera vintage. Aquí los golpes de riffs retro acompañan un groovy contagioso y efectivo.

Volviendo al corazón de los 70’s, ‘From Neptune to Mars’ rezuma blues ácido y riff intoxicantes. Estribillos vacilones hacen que la pista adquiera un tono alegre que contrasta con su turbio sonido. Su guitarra asesina nos recuerda que estos chicos beben del manantial del rock ácido de los 70’s, y así lo reflejan está fantástica canción.

O’K and the Night Crew
Oak Honest Records

Reseña: MIND OVERCLOCK.- ‘Crazy music for weird people’

Seguramente el nombre de MIND OVERLOCK sea desconocido para muchos de vosotros, como lo era también para mí, pero probablemente a partir de ahora no lo será. Con solo una demo publicada y un single, la banda británica pública ahora su primer y maravilloso álbum ‘CRAZY MUSIC FOR WEIRD PEOPLE’. Su nombre, es sin duda un título que bien puede resumir el contenido de un álbum sorprenderte y fascinante a partes iguales. Sin noticias previas de la existencia de la banda, sus canciones han conseguido enamorarme a la primera escucha. Porque sí, sus surcos rezuman psicodelia de alto nivel, pero también complejos desarrollos progresivos, y un ritmo colorista que hace que su contenido tenga muchos alicientes para cualquier amante de la psicodelia. Un álbum con canciones que parecen no seguir ninguna regla establecida, pero que acaban por mostrarse hermosas y cohexionadas. Estamos ante un trabajo para salir de la zona de confort, pero que puede proporcionarte un mundo lleno de sensaciones. Los cuidados arreglos de las canciones hacen que estas, acaben por sorprendernos con sus constantes giros argumentales, sin perder su propia esencia. Psicodelia aromatizada, mística enriquecida con elementos progresivos, pinceladas de jazz-fusión, instrumentos tradicionales de oriente y un fantástico groovy rítmico, ¿Se puede pedir mas?. Posiblemente sea un álbum diferente pero sumamente rico en matices, lo que hace de él ,todo un reto para aquellos que estén dispuestos a dejarse sorprender.  Con muchos guiños floydianos en las guitarras, la banda consigue construir canciones instrumentales en las que encontraras sonidos familiares, en contraste con otras resonancias mucho más innovadores.  Aquí radica su potencial, el hacer algo original sobre unos cimientos ya usados con anterioridad, y sobre todo, hacerlo con esta personalidad.

MIND OVERLOCK son: Edward Pemberton: guitarra principal, Marco Ragni: guitarra eléctrica y acústica, teclados; Tim Minashyan: bajo, sitar, mandolina, guitarra acústica; Dominic Lessard: batería y percusión, Gopika Jai: voz; John Mullingham: saxofón, flauta y Charlie Cawood: dulcémele, cítara

‘Slumbering creatures’ es una canción que conjuga la mayor parte de los elementos sonoros que usa la banda británica. Hard rock de vocación vintage con un órgano envolvente, logrados pasajes de psicodelia ácida que se tornan más místicos gracias a elementos exóticos. Un sonido venido de oriente en el que el sitar aporta el tono espiritual.  La canción pasa por distintas fases que cambian su fisonomía ya que la banda parece no ponerse límites. Con pasajes floydianos dotados de un fantástico groovy rítmico consiguen colorear un corte fascinante en el que la psicodelia se siente cómoda.

En un ambiente mucho más relajado, ‘Brighton junkie candy’ rescata pasajes floydianos con una cierta inclinación jazz. Aquí la conjunción de elementos progresivos aporta brillo a una psicodelia onírica que describe bellos entornos sonoros presididos por una calma balsámica. La calidad de la composición hace que se agolpen los elementos en la misma para enriquecerla y hacer que su fisonomía se altere. Los ritmos funk colorean la escena con un fantástico groovy y golpes de wah wah. El tema acaba por convertirse en una especie de jam lisérgica con fases de profunda calma y pinceladas progresiva. Un magnífico tempo sustenta los devaneos de una guitarra que vuelve a mostrarse esplendorosa.  

‘The secret life of Ghouly Gupta’ no se sale de esos bellos e insondables espacios psicotrópicos. Borboteando con parsimonia, el corte se nutre de esos elementos psicodélicos tan usados por la banda para sumirnos en una exploración de un entorno más tormentoso. Efectos espaciales y un ritmo hipnótico, van tejiendo un tapiz sonoro que se balancea en un espacio mucho más cósmico y futurista.

Con un nombre lo suficientemente evidente como para intuir su contenido, ‘The garden of thousand tecnicolor dreams’ crea un calidoscopio sonoro en el que caben los elementos exóticos, pero también riffs más rugosos y ácidos. Toda una bacanal en la que la psicodelia de los británicos sube y baja en contraste bastante sugerente. Con el sitar como protagonista, MIND OVERLOCK construyen una canción en la que los vientos orientales ocupan un gran protagonismo.  

En un tono más calmado ‘One night death valley’ se nutre de acordes acústicos en una conjunción de folk y psicodelia onírica que nos proporciona un efecto balsámico. Sus bellos pasajes melódicos contrastan con la dualidad acústica y eléctrica. El resultado es una canción psicodélica en la que también aparecen elementos progresivos dotándola de un tono melancólico.

‘Annie takes the telescope’ se contonea entre ritmos funky y un tono elegante, aderezado sutilmente con ciertos elementos de jazz-progresivo. Usando nuevamente el sitar, el corte desciendo a un espacio de melancolía del que salen con brillantes solos de guitarra en una fusión sumamente atractiva. Música diferente, con un mestizaje de psicodelia y melodías que usan todos los elementos distintivos de la creatividad de los británicos.  

En una línea argumental similar al corte anterior, ‘Who brings the light’ mantiene esa exploración onírica de unos paisajes sonoros en los que la calma aparece para transmitir una sensación de relax al oyente. Con unos esplendorosos pasajes de guitarra, la canción no se sale del espacio de los sueños. En un giro inesperado, voces celestiales se unen a esta fiesta colorista de vibraciones devocionales.  

‘The third eye of Gwapurah’ se nutre de ampulosos desarrollos psico-progresivos con aura mística. Esta vez con una mayor intensidad en su apertura, la canción no se mantiene en placidos y acolchados prados, sino que se sumerge en un espacio más inquietante y misterioso. Rock psico-progresivo con un fuerte componente sinfónico gravitando en un espacio de vacío emocional. En la parte final optan por añadir intensidad a una canción que se engrandece según avanza en su desarrollo.

El cierre bien marcado por los vientos orientales del sitar. ‘In the opium chambers’ refleja un espacio reflexivo e intimista que sirve de liberación mental. Oscuro e introspectivo el tema se muestra más como un interludio que como una canción propiamente dicha.

La suave y calmada ‘The moon os on tjhe narrow point of its axis’ pone el epílogo a un magnífico trabajo con delicados pasajes atmosféricos que inciden en ese estado de bienestar mental. Gris por momento y empapándose de un aire melancólico, los acordes se suceden con una satisfactoria pausa. Con unos mimbres sencillos, logran componer una canción que se nutre de pasajes progresivos para seducir al oyente y sumirle en un espacio onírico a través de hermosas melodías instrumentales. El corte concluye con una atractiva guitarra dejando muestra de todo su potencial.

Reseña: GONDHAWA.- ‘Käampâla’

De la psicodelia a la música oriental a través del Afrobeat y el rock progresivo, GONDHAWA quiere ser la música del mundo y de los mundos. En su nuevo álbum ‘KÄAMPÂLA’ crean un universo musical ecléctico y singular sobre textos escritos en una lengua local de los albores de los tiempos: el Gondhawii, elección asumida para devolver a la voz su papel de instrumento, de emoción. La banda francesa es un laboratorio musical, una fusión entre el ritmo de Fela Kuti y la electricidad de Hendrix con canciones que habitan en aromatizadas atmósferas psicodélicas. Seis potentes y eclécticos temas psicodélicos bañados en stoner, afro-beat y rock progresivo. Seis pistas que unen ritmos intrincados y riffs ingeniosos. GONDHAWA ofrece la banda sonora de una road movie interestelar. Un tornado eléctrico con abundancia de ritmos y texturas. Los franceses dotan al stoner de un tono peculiar y atractivo, con esa brillante combinación de psicodelia y ritmos africanos llenos de aromas exóticos. Una oferta sonora llena de frescura que escapa de los convencionalismos para ofrecernos nuevas rutas sonoras.

Formada en 2018 en Angers (Francia) por Idriss (voz y guitarra), Clément (batería) y Paul (bajo), la banda explora diferentes estilos con una energía ilimitada. Inspirándose en la literatura de ciencia ficción francesa, inventaron un idioma. Resultado. Gondhawii, una fusión de sonidos de todo el mundo y otros aún no identificados. Con este nuevo lenguaje toda la mente se sumerge en un delicioso trance donde atravesamos ritmos extraños, riffs de cuartos de tono, groove oriental y explosiones eléctricas, así como instrumentos de cuerda de otros países. (n’goni, sanxian, guitarra microtonal).

GONDHAWA son:

Clement Pineau: batería, kamele n’goni, voz, percusiones
Idriss Besselievre: voz, guitarras, Sanxian
Paul Adamczuk: bajo, guitarras, teclados,
Margot Guilbert: voz en ‘Konesay’, ‘Djoliko’.

KÄAMPÂLA’ fue grabado en La Ferrière por Malcom Berthou, mezclado por Malcom Berthou, masterizado por Dan Coutant en Sun Room Audio y cuenta con ilustraciones de Jeremy Perodeau, estando disponible vía Stolen Body Records.

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Los suaves y pegadizos ritmos afro-beat de ‘Rabha diska’ abren el álbum entre suaves melodías vocales y vientos exóticos. Marcando bien los tiempos y con constantes oscilaciones, el atrayente tema reposa en suaves pasajes antes de subir los decibelios con unos potentes tambores y una atmósfera psicodélica.

‘Konesay’ se desarrolla en una mística atmósfera psicodélica y ritmos tribales. Con los tambores como protagonistas entre zumbidos y suaves voces susurrantes. Con marcadas pausas, el tema acelera con riffs más pesados y parones que frenan su ímpetu, aquí la psicodelia florece sin perder el alma afro de los franceses. El tema contiene buenos solos ácidos que se estiran con wah wah antes de sucumbir a un exótico sonido Stoner. Un corte fresco y versátil de gran intensidad y aromáticos pasajes pesados.

Los ritmos tradicionales se mestizan con elementos funk en ‘Käampâla’. Un colorista corte que irradia color entre voces y coros afro. Un sonido turbio y vertiginoso de genes Stoner que se mezcla entre melodías vocales que oscilan y mutan constantemente. Todo un tapiz sonoro con un gran abanico cromático en el que todo parece caber, ecléctico, pero efectivo. 

Algo más virulentos, las embestidas de riff heavy-psych de ‘Assid Bubu’ contrastan con sus suaves pasajes psicodélicos. En esta canción conjugan mágicos momentos de psicodelia aromatizada con voces llenas de fuerza en un tortuoso corte que oscila constantemente entre distintas vibraciones estilísticas sin perder ese espíritu exótico que contiene el álbum.

‘Fortun Qüki’ es posiblemente el corte más experimental del álbum. Sus hipnóticos ritmos se dotan de ese exotismo afro presente en todo el trabajo. Sus cálidas voces y efectivos coros, son arrastradas por sus pegadizos ritmos coloristas creando un arco iris cromático en el que caben distintas vibraciones. Sobre su espíritu psicodélico, la canción repite su armonía enriqueciéndola con vibraciones más propias de la música tradicional.  

Cerrando el álbum, ‘Djoliko’ es una hermosa balada arrullada por la melancolía de las cuerdas acústicas de todo el mundo. Aquí la tradición muestra su cara más pausada creando un corte lleno de melancolía con sencillos y relajantes acordes. El tema es como un bálsamo relajante que refleja la vocación de la banda por los sonidos tradicionales.

Gondhawa

Stolen Body Records

Reseña: THE MOOD RINGS.- ‘The arrival’

‘THE ARRIVAL’ es el debut del joven cuarteto vasco THE MOOD RINGS. Un álbum que recupera la esencia del rock clásico, el blues y el soul bajo tonos vintage.Un fascinante trabajo de presentación de una banda que construye canciones a la vieja usanza y a semejanza de bandas como Blues Pills o Heavy Feather. Combinando baladas llenas de sensualidad con cortes más ardientes, el joven cuarteto muestra su amor por el rock de origen 70’s con gran destreza y gancho para el oyente. Con las suficientes dosis de psicodelia, THE MOOD RINGS evocan momentos más propios de Delaney & Bonnie o incluso Janis Joplin enriquecidos con algunos riffs Stoner que dotan sus temas de un aire contemporáneo. No estamos ante una banda que hace canciones apolilladas, sino que por el contrario construye temas frescos que funcionan a la perfección. Toda una fiesta colorista de sonidos retro que atrapará fácilmente a los amantes de ese rock clásico atemporal. Un rock que cuarenta años después sigue estando de actualidad y que, con trabajos como éste, tiene el futuro garantizado. Por momentos viscerales y festivas, por momentos seductoras, las seis canciones que componen el álbum gravitan en una orbita que va desde el rock sureño, con solos de guitarra que se inclinan por la acidez, hasta el soul más elegante y seductor con la incorporación del saxo. Sin duda un trabajo sin artificios que fácilmente te va a enganchar. Desde el sugerente arte de la portada hasta el último de sus surcos, ‘THE ARRIVAL’ es uno de esos álbumes que te invita a viajar al pasado para seguir disfrutando del rock de siempre, ese rock mantiene su magia décadas después. Muchas son las propuestas retro con las que nos encontramos, pero no siempre todas tiene la autenticidad que nos gustaría, este álbum no es de esos. Sustentados en la portentosa voz de su cantante Olatz Ugarte, las canciones cuentan con todos los elementos para ser atractivas para el oyente, ya que no encasillan en un solo género, sino que nos ofrecen un crisol de sonidos vintage que nos invita a ponernos la camisa de flores, los pantalones de campana y nuestra mejor sonrisa. ¿Se puede pedir mas?

‘THE ARRIVAL’ fue grabado durante 4 dias en AME Estudioa (Mutriku), en septiembre de 2020 siendo producido por Axular Arizmendi

THE MOOD RINGS son: Olatz Ugarte (Voces), Xabier Badiola (guitarra eléctrica, slide, coros), Andoni Lopez (bajo y coros), Markel Corral (batería y percusión)
Julen Oruesagasti (Sax en ‘The Arrival‘).

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Por la senda del blues rock vintage ‘Sell Me Your Truth’ nos viste de color entre ritmos de blues stonerizados en línea Blues Pills. Una banda con la que los vascos tienen muchas similitudes. El registro de cantante Olatz Ugarte, sensual, salvaje, desgarrado, y los vibrantes ritmos hacen necesaria la comparación. Aportando también dosis lisérgicas el tema danza entre solos más propios del rock sureño en una combinación vibrante que fácilmente nos atrapa. El carácter festivo del tema hace que rápidamente nos sintamos atraídos por el cuarteto.  

Con ritmos más frenéticos ‘Sweet Tea’ incide en el legado del blues negroide. Con un carácter ritual, la magia aflora en un ritual animista mas propio de una ceremonia de vudú. Solos ácidos complementan un corte que parece navegar entre pantanos humeantes con la noche como protagonista. Imposible mantener las articulaciones en estado de reposo.

Ahondando en el blues con raíces, ‘Crescent Moon Blues’ vuelve a tomar el elemento de la noche para envolvernos en una atmósfera psicodélica llena de misterio. Así nos introducen en una sensual balada al estilo que Clapton tocaba junto a Delaney & Bonnie. Pinceladas soul en la seductora voz y un aire bucólico van construyendo una canción llena de belleza ante la que es difícil no caer rendido a su encanto.  Una suave melodía que nos susurra en un cálido abrazo que se envuelve en una colorista atmósfera humeante. Posiblemente el tema más destacado de un álbum fascinante. Delicados solos de guitarra pone el broche de oro a una canción sugerente y llena de magia. Sin duda sus nueve minutos se nos hacen escasos ante lo hechizante de sus notas.

Embutidos en los ropajes retro Remember The Taker’ nos contagia de ritmo. Un tema con tonos funk que enseguida engancha con el oyente. Blues, soul, funk y rock más propios de los 70’s pero que en manos del cuarteto resulta de lo mas actual. Rock de siempre, sin aditivos y con ligeras dosis de vibraciones Stoner complementan otro tema en el que la psicodelia habita en un segundo plano. Más efervescente que los temas anteriores, la canción vuelve a atraparnos.

Dese la sensualidad de suaves acordes,’The Arrival’ se desarrolla entre aterciopeladas melodías que dejan paso a pincelas lisérgicas de una guitarra pomposa y elegante. Con los momentos más sosegados del álbum, el tema se eleva desplegando toda su rabia en arrebatos de furia. Una oscilante canción que a pesar de su tono suave contiene momentos de intensidad que nos despiertan de ese placentero sosiego.

‘The Sun’ pone el cierre al álbum con dulces y suaves acordes en su primera mitad antes de eclosionar en una explosión de fuerza y sentimiento. Con una estructura similar el tema precedente, la balada oscila entre la ternura y la rabia en un equilibrado juego. Con la sensualidad del saxo el tema se muestra seductor y sensual transmitiendo dulzura y sosiego. Algunos guiños jazz contrastan con unos riffs que se vuelven más pesados incrustando vibraciones Stoner a otra maravillosa canción llena de gancho.   

The Mood Rings