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sábado, 29 de noviembre de 2025

El Hospital de soldaditos de Ramiro. Parte 6. Lo que nos cuenta una figura.

 

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               Carabinero republicano 1937 escala 1/20 modelado y decorado por Ramiro Durán.


                       Vamos a ver lo que nos cuenta el Dr Ramiro Durán sobre su creación:

                                                LO QUE NOS CUENTA UNA FIGURA

Todos los miniaturistas sabemos que para que una figura o una composición conecten con el espectador, han de contar una historia. Si se trata de una viñeta o aún mejor de un diorama con múltiples figuras, esto no es dificil, pues se puede establecer un "diálogo mudo" entre los personajes, animales, armas, vehículos, o cualquier otro elemento que se introduzca, a través de las posturas, actitudes, acciones e interacciones de las figuras entre si y con el entorno que nos revelarán probablemente qué han hecho, qué están haciendo o incluso qué van a hacer los protagonistas. Pero cuando se trata de una sola figura, el tema ya es más complicado y las probabilidades de que el resultado final sea soso y poco comunicativo aumentan dramáticamente, por muy bien elaborada que esté la obra desde el punto de vista artístico.

  A pesar de ello, si prestamos atención a determinados parámetros y los tenemos presentes, nuestras posibilidades de éxito comunicativo comenzarán a ganar puntos. Los repasaremos a continuación.

1. EL TAMAÑO.

En contra de lo que pueda parecer, no es determinante. Cualquier escala es válida para transmitir sensaciones. Lo importante es saber sacarle partido. Una sola figura a escala 1/72 está muy poco detallada, pero puede contarnos mucho puesta en el entorno adecuado y en el otro extremo, un busto a escala 1/12 lo ha de decir todo con su cabeza, su tocado, una pequeña parte del tórax y, sobre todo, con su expresión facial. Como norma general, podríamos decir que según crece la escala y se gana en detalle, se pierde en la posibilidad de ambientación y viceversa. La que os presento aquí  es una figura a scratch que fabriqué hace años con pasta epoxi bicomponente, sobre un esqueleto de alambre, madera y trozos de plástico, sin ningún elemento de procedencia comercial. Se trata de un carabinero republicano de nuestra guerra civil a escala 1/16, lo que equivale a unos 10 cm de altura de pies a cabeza, tamaño más que suficiente para poder generar múltiples detalles que nos cuenten historias y al tiempo añadir una mínima ambientación.

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2.EL RÓTULO DE LA PEANA.

Seguro que pensaremos: "¡ Caramba|! ¿ Y eso es importante?" Pues claro que sí. Y hay que sacar el máximo partido del mismo, pues en él ya podemos empezar a contar nuestro particular relato. En este caso opté por un título neutro y académico, llano a más no poder, pero muy explicativo: ¨GUERRA CIVIL ESPAÑOLA. CABO DE CARABINEROS REPUBLICANO. VERANO DE 1937". La primera frase nos revela el contexto histórico general, la segunda define al personaje y la tercera lo ubica en un período de tiempo más concreto, aunque no precisa el lugar:¿Una trinchera en las afueras del Madrid asediado? ¿Algún lugar del entonces tranquilo frente de Extremadura o Andalucía? ¿Una breve pausa en los duros combates de Brunete? Cualquiera de estas posibilidades podría ser cierta y cualquier otro rótulo también será bueno si nos sabe contar de forma muy breve y concisa, casi telegráfica, algo sobre lo que ha hecho, hace, o piensa hacer nuestro protagonista o sobre su estado, condición o situación. Pero hay que huir de los tópicos, así que " Alto en el combate" o " Camino de la fuente" quedan descartados a priori. Lo que es evidente ya salta a la vista y no hay necesidad de repetirlo en el rótulo.

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3.LA ACTITUD GENERAL DE LA FIGURA.

Este punto es muy importante, pero para desarrollarlo hemos de saber algo más del protagonista mediante un pequeño apunte histórico. Antes de la guerra civil, el Cuerpo de Carabineros, con organización y jerarquía de carácter militar, se ocupaba de la vigilancia de las costas y fronteras españolas y de la represión del contrabando. Tras estallar la contienda, unas dos terceras partes del mismo, algo más de diez mil efectivos entre mandos, suboficiales y tropa (el equivalente a dos brigadas orgánicas de la época) lucharon en el bando republicano. Eran militares veteranos, duros y disciplinados y pronto se les asignó un nuevo cometido, siendo empleados en buena medida como fuerza de choque, interviniendo en numerosos combates y operaciones y aumentando su número hasta casi cuarenta mil en el transcurso de la guerra. Nuestro hombre pertenece, pues, a una unidad de élite. Sin embargo, aparece aquí en una postura aparentemente despreocupada y caminando en actitud relajada, con el fusil apoyado sobre el hombro izquierdo de forma poco ortodoxa, sujeto por el cañón, mientras lleva un botijo en la mano derecha. La acción transcurre durante el tórrido verano español de 1937, en medio de un calor agobiante. Es mediodía, pues vemos que la luz incide verticalmente sobre la figura, con una iluminación claramente cenital. Puede que haya acabado de comer, pues lleva un mondadientes sujeto entre los labios, o quizás fué tan solo a llenar el botijo, quien sabe...

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4. LA EXPRESIÓN FACIAL.
Pero si prestamos atención a la cara de la figura, vemos que bajo la sensación de aparente tranquilidad, ésta refleja un evidente estado de alerta, mirando de soslayo hacia su izquierda, presumiblemente a la trinchera enemiga o hacia algún otro punto de su interés. Puede que viera o escuchara algo que lo inquietó... Es una cara de rasgos duros, con el rictus de un combatiente fogueado que no acostumbra a bajar la guardia. Tiene la barba de un día y la tez algo demacrada. Una prominente nuez acentúa su delgadez, quizás constitucional o forzada por la mala alimentación que a menudo impone la guerra...

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5. LA ANATOMÍA.
Nuestro cabo va vestido de una manera bastante informal. Se ha despojado de la camisa (en campaña y siendo verano no se llevaba guerrera) y muestra un torso delgado, con una musculatura fibrosa propia de quien hace ejercicio a diario. Tan solo tiene morenos los antebrazos y la parte superior del pecho casi a la altura del cuello, lo que hace suponer que su aspecto actual es una excepción motivada por las altas temperaturas. Sin embargo, como experimentado profesional que es, se ha vuelto a colocar el correaje con la munición. La distribución del vello en la parte anterior del tórax y abdomen la realicé con un pincel de cinco ceros, siguiendo la dirección natural del mismo e incluyendo algunas canas como puede apreciarse en los detalles de la fotografía, para dar un mayor realismo al personaje, que probablemente aún no llega a los cuarenta años, aunque ya presenta un aspecto un tanto ajado y envejecido prematuramente. Si nos fijamos en sus piernas, aunque algo disimuladas por la anchura del pantalón, vemos que presentan un cierto arqueamiento a nivel de las rodillas - en el lenguaje médico un discreto "genu varo"- fruto de un probable raquitismo infantil, si bien poco manifiesto, pues pudo superar el examen médico para ser admitido en el Cuerpo. He de confesar que no pretendía este efecto cuando modelé la figura, no soy tan perfeccionista, pero así me quedó y tras examinar múltiples fotografías de militares de la época -entonces el raquitismo infantil con secuelas más o menos importantes, era muy frecuente- decidí dejarla tal cual en lugar de reformarla, creo que gana en realismo.

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6. EL UNIFORME.
Los únicos elementos que caracterizan a nuestro protagonista como militar y carabinero son la divisa de la gorra, el color gris verde de la misma y del pantalón -las dos únicas prendas que lleva puestas- y la chapa del cinturón. Vamos, pues,  a examinarlos: Vemos que se cubre con una gorra de plato flojo, fruto de la industria de guerra, más cómoda y, sobre todo, más fácil y barata de fabricar que la rígida y que lleva cosida en su frontal la divisa de su empleo en el ejército republicano : una estrella roja y. bajo la misma el galón en ángulo de cabo, también de color rojo. El uniforme de servicio y campaña de los carabineros, que al inicio de la guerra era de un color gris-verde claro, experimentó en la zona republicana numerosas variaciones de tonalidad a lo largo de la campaña, impuestas por las urgencias y la escasez de recursos. Estaba confeccionado en tela de algodón, tejida con una trama en diagonal que la hace muy resistente, el denominado tejido de dril, anglicismo de origen militar proveniente del vocablo "drill", una de cuyas acepciones es "instrucción", por lo que "drill uniform" significaría "uniforme de instrucción". El vocablo se hispanizó, quedándose a vivir entre nosotros y aún es utilizado hoy en día. El dril ha sido un tipo de tela muy empleado para confeccionar uniformes en muchos ejércitos desde tiempo inmemorial. Por lo que respecta al amplio pantalón, vemos que se encuentra sumamente arrugado, como corresponde a la tela de algodón con que está hecho, algo sucio y desgastado por su continuo uso y con un pequeño "siete" o desgarro en su parte posterior. Las polvorientas botas o botines son de color marrón. Por último, vemos que ha conservado el cinturón reglamentario del Cuerpo de Carabineros, que en su chapa frontal de latón lleva troquelado en relieve su característico emblema: un sol radiante con dos fusiles cruzados sobre el mismo.

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7. EL EQUIPO.
Lleva un correaje reglamentario de color marrón avellana, aunque en el verano de 1937 también podría haber sido negro, con dos cartucheras ventrales y una posterior. Del lado izquierdo del cinturón pende el tahalí, que sujeta la vaina de la bayoneta y en el posterior derecho cuelga una cantimplora Ahrens de aluminio de fabricación alemana, declarada de dotación reglamentaria por el Ministerio de la Guerra en 1914, que ha perdido el vaso y la correa y tiene el forro de fieltro algo estropeado...

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8.EL ARMAMENTO.
El fusil de la figura es un Mauser español de 1893, del calibre 7x57 mm, claramente reconocible por su cerrojo recto. Pero en esa época tanto el Cuerpo de Carabineros como el de Guardias de Asalto y la Guardia Civil estaban armados, según la reglamentación entonces vigente, con el llamado mosquetón Mauser modelo Oviedo 1916, desarrollado a partir del anterior y de igual calibre y alcance que el mismo, pero algo más manejable, de longitud intermedia entre el fusil y la carabina. Curiosamente, aunque se disponía de una carabina reglamentaria de la misma fábrica, la llamada tercerola Mauser modelo 1895 creada para unidades montadas, durante todo el siglo XX y hasta su disolución en 1940,  el Cuerpo de Carabineros nunca tuvo carabinas. ¿ Y por qué, siendo una tropa de élite, lleva este fusil, que aunque seguro y fiable -y usado por millares en nuestra guerra civil- era un modelo más antiguo? La respuesta puede estar en la bayoneta. Vemos que ésta es de hoja larga, el modelo 1913, o sea, la correspondiente al mosquetón 1916, por lo que suponemos que nuestro cabo se quedó en algún momento con su mosquetón inutilizado por alguna avería, suciedad u otra causa y le suministraron este otro modelo. La guerra propicia extrañas combinaciones en el atuendo y armamento de los combatientes...
  En cuanto a la granada de mano, se trata de un modelo ampliamente utilizado desde los primeros meses de la guerra, comprado en grandes cantidades a Polonia por el gobierno de Madrid. Conocidas popularmente como "las polacas", fueron copiadas y fabricadas al poco tiempo por la industria de guerra republicana, con un aceptable nivel de calidad. Era una potente granada defensiva de fragmentación, que aparece aquí colgada del cinturón por la palanca de la espoleta, en posición harto peligrosa y poco recomendable para la seguridad de su portador, a quien, habituado al constante peligro, no parece importarle gran cosa...

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9.LOS DETALLES, ACCESORIOS Y COMPLEMENTOS PERSONALES.
Todos ellos enriquecen sin duda la figura de un soldado en miniatura y nos recuerdan que tras el mismo hay un ser humano, con todo lo bueno y lo malo que nos es propio. Analicemos los diferentes elementos: El mondadientes sujeto entre los labios confiere al personaje un toque particular de cultura vernácula, marcando inexorable, como el estilete de un reloj de sol bajo la luz cenital, la hora de la digestión y la siesta, a la par que le da una pincelada de castcismo, diría que incluso un punto chulesca.

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El pañuelo que asoma por el bolsillo derecho del pantalón, sucio y usado, es otro elemento intemporal y polivalente con el que nuestro cabo se habrá secado el sudor o sonado la nariz muchas veces, se lo habrá anudado al cuello otras tantas e incluso puede que haya taponado con él alguna herida propia o ajena. Este pañuelo añade mucha cotidianeidad a la figura acercándola mucho al espectador, pues nos recuerda que su dueño suda, sangra y tiene mocos, como cualquier otro mortal.

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La muñequera de cuero es un aditamento propio de múltiples culturas antiguas y actuales muy ligada a la guerra y a los guerreros desde tiempos ancestrales. En el contexto propio de esta figura, su presencia puede tener dos lecturas: Por una parte es obvio que cumple una función de protección, proporcionando la necesaria firmeza física a la muñeca, quizá dañada o resentida por algún sobreesfuerzo o golpe antiguo o reciente. Pero también constituye un sobrio elemento de adorno que dice mucho de su propietario, revelando una personalidad cuando menos singular, si no excéntrica o incluso marginal. Es una muñequera bastante elaborada, con una pequeña correa con hebilla y pasador en su parte interna para ajustarla. En nuestra guerra civil, estas muñequeras se decoraban a veces con protectiles de fusil, siendo propias de algunas tropas que rozaban lo peculiar, como los milicianos anarquistas o sus opuestos, los legionarios del bando nacional. Los extremos se tocan, bien lo dice el sabio refrán.

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Y por último tenemos al botijo, que define a este combatiente como genuinamente español, con una carta de identidad fuera de toda duda. El búcaro, con un largo etcétera de denominaciones locales a lo largo y ancho de nuestra piel de toro, está ligado a la cultura española y al ámbito militar desde muchos siglos atrás. Recuerdo haber visto más de una fotografía de combatientes de ésta y otras guerras del siglo pasado en las que el botijo aparecía pintado con las siglas o símbolos de uno u otro bando, o de tal o cual compañía, batallón o regimiento, para expresar la pertenencia de tan preciada vasija, destinada a mantener el agua fresca en la insufrible canícula. Pero no quise aquí robarle ningún protagonismo a este humilde botijo de arcilla blanca genuinamente ibérico y preferí dejarlo asi, tal cual, anónimo, sin dueño ni filiación, cargado con indiferencia por el carabinero, cual si flotara, solo, intemporal y eterno, como un mudo satélite destinado a calmar la sed de cualquier soldado también anónimo, sin importarle un bledo el bando en que milite.

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10. EL ENTORNO Y LA AMBIENTACIÓN DE LA FIGURA EN EL TERRENO.
Una figura a escala 1/16 y colocada sobre una pequeña superficie de unos 20 cm cuadrados no parece dejar mucho espacio para una ambientación muy elaborada, pero algo podemos hacer. Si examinamos con detenimiento la superficie del terreno, de aspecto arcilloso, seco, plano y cubierto de gravilla y guijarros, encontraremos algunos elementos orientativos. Hay una vaina de fusil tras el pie derecho de la figura y dos más delante de la misma junto a una lata de conservas vacía, probablemente de sardinas. La presencia de las vainas de fusil indica con total seguridad que nuestro hombre está caminando por el interior de una trinchera. desde la que se han hecho múltiples disparos, ubicándo claramente al personaje en ese entorno. La lata vacía nos habla del lado humano de sus ocupantes, unos soldados que han de comer a diario. ¿Y que comían? Pues repasemos un poco la historia. Desde el inicio de la guerra civil, hubo muchos recursos que. en virtud de la delimitación marcada por la línea del frente creada tras los combates de los primeros meses, quedaron en poder de uno u otro bando. Asi, todo el tabaco canario quedó en manos de los soblevados, pero las fábricas de papel de liar quedaron en su mayoría en la zona gubernamental, de modo que en las trincheras próximas de los frentes estables era bastante común cambiar tabaco picado por papel de fumar con el enemigo. La casi totalidad de la producción de cítricos, sita en el levante español, quedó en manos del gobierno, mientras que la de plátanos y de toda la industria conservera gallega quedó en la otra zona, siendo las sardinas en lata una parte no despreciable del sustento diario de su ejército. En las excavaciones arqueológicas efectuadas en trincheras de nuestra guerra civil, disciplina muy de moda entre los coleccionistas y que aporta mucho conocimiento en cuanto a la vida cotidiana de la tropa de ambos bandos, por cada lata de sardinas que se recoge en una trinchera republicana, aparece media docena en una nacional, lo que confirma la escasez que suponíamos, aunque no su completa ausencia. De modo que el contenido de esta lata de sardinas sería una exquisitez culinaria muy preciada para cualquier soldado republicano, dada la carencia cotidiana de este alimento...Pero retomando nuestro hilo argumental vemos que han bastado tres vainas de fusil y una lata de sardinas vacía distribuidas en una superficie mínima para ambientar sin problemas a nustro personaje. No ha resultado tan complicado.

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11. LA PEANA.
Antes de concluir, daré algunos detalles técnicos sobre la peana, muy barata y de fabricación casera. Necesitamos un pequeño bloque de madera que se pueda trabajar con cierta facilidad, como boj, chopo o similar. La de balsa es demasiado ligera y poco densa, no sirve para este fin. En este caso hemos cortado un taco de 5x5x3 cm. En primer lugar le hemos de practicar en el centro de una de sus dos caras anchas, la que irá en la parte inferior, una agujero de poca profundidad en el que insertaremos un tornillo hueco de doble rosca concéntrica: con la rosca exterior lo atornillaremos al taco de la futura peana, hasta dejarlo a ras. Estos particulares tornillos por lo general de no más de unos 15 mm de longitud llevan una ranura transversal para acoplar la punta de un destornillador ancho, ranura que en este caso no vemos, pues lo embadurné por fuera con pegamento epoxi para que entrara mejor y quedara más firme al secar. Es muy importante que el tornillo entre en una dirección completamente perpendicular a la base de la peana, pues si queda angulado no podremos luego sujetar la misma correctamente.

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La rosca interior nos servirá para atornillar un pasador que nos permitirá anclar la figura a través de un pequeño agujero, sujeta por el otro extremo con una palometa, a una superficie de madera plana para poderla trasladar cómodamente sin que se dañe. Lo hago siempre y nunca se rompió ninguna durante un traslado. Tras lijar los laterales, forraremos los mismos con finos listones de madera de 1,5 mm de grosor, de los que se utilizan en el modelismo naval para fabricar las tablas de la cubierta y del casco de un barco,las llamadas tracas. Una vez pegadas con cola blanca y secas, las lijaremos para pegar sobre las mismas unos listones de madera oscura de 1/3 de mm de grosor, también usados en la construcción de maquetas de barcos, colocándolos de manera uniforme o con la combinación que queramos ( hay distintos anchos y tonos) que pegaremos con cola blanca. Una vez seca y lijada, daremos dos o tres manos de barniz nitrocelulósico, puliendo cada capa, una vez seca, con lana de acero muy fina. El resultado es espectacular, con un acabado satinado muy duradero. Los pies de la figura se encajarán a la peana mediante vástagos metálicos de 1,5 cm aproximadamente. El hilo de alambre de ese grosor nos vale.

12.CONCLUSIONES.
Si habéis tenido la oaciencia de llegar hasta aquí y miráis ahora de nuevo la fotografía inicial de la figura, puede que comencéis a verla de una forma diferente, con otros ojos y otra perspectiva y con una riqueza de matices y pormenores que en un principio quizás os hayan pasado desapercibidos, Pero yo no he inventado ni he añadido nada con estas líneas, todo eso ya estaba ahí, tan solo hay que descubrirlo y ponerlo de relieve. Yo no hice más que explicar lo que hay. Esta escala, la 1/16, asi como la 1/20, permiten dotar a la figura de un gran detalle, dejando al tiempo un pequeño hueco para la ambientación. Y, como decíamos al principio, el terreno merma gradualmente según aumenta el tamaño de la pieza, de manera que, cuanto mayor sea la misma tanto más habremos de insisitir en dotarla de lo que podríamos llamar la "ambientación personal", agregándole algunas particularidades que cuenten historias. Desde la expresión de la cara hasta el aspecto general de la figura, pasando por detalles en el uniforme o el armamento y, en general, todo aquello que, respetando el buen gusto y el sentido común le queramos añadir sin recargar innecesariamente al personaje, todo ello, digo, es válido para contarnos una historia.
  Habríamos de dar, pues, a nustras figuras un cierto encanto especial personalizado y semioculto, en forma de algún detalle que encandile al espectador por uno u otro motivo, no importa el que sea, grande o pequeño, será válido si se establece la conexión. Las escenas de trinchera y cuartel son a mi entender las que mejor se prestan a ello, pues muestran el lado humano de los combatientes mucho más que el clímax de la acción bélica, aunque en esto, cada cual tiene sus preferencias. Y, como colofón, retomando el planteamiento inicial, pienso que la figura ha logrado por fin contar su historia y nosotros hemos podido ir conociendo sobradamente a lo largo de estas líneas todo lo que hizo y lo que hace nuestro amigo - creo que ya le podemos llamar así- el anónimo cabo de carabineros. Pero lo que nunca sabremos en este caso es lo que piensa hacer: ¿ Le dará o no la patada a la lata de sardinas?
  Muchas gracias a todos los lectores y en especial a ti, Jaume. Hasta otra ocasión.



sábado, 22 de noviembre de 2025

Casanellas y sus toreros de la lidia extra

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 Las esculturas de la mayoría de las piezas de la lidia extra de Casanellas sorprenden por su gran dramatismo. El caballo del picador es enorme y mazizo y su jinete encaja en la silla esculpido con una ligera rotación del tronco que le proporciona una gran movimiento y la exacta actitud en el momento de la pica. El toro también es soberbio de gran volumen y excelente modelado, en este caso de un color marrón rojizo precioso y con una espectacular mancha de sangre en el dorso que da viveza a todo el conjunto. En el fondo de la escena, un monosabio con gorra, camisa carmín y pantalón de faena azul que da apoyo al picador encarándose con el astado. He dejado para el final una misteriosa figura de torero con capote carmesí a la izquierda que no pertenece a la lidia de Casanellas y que bien pudiera ser de Teixidó en tamaño extra o tal vez de algún otro fabricante por identificar. 

viernes, 7 de noviembre de 2025

Sánquez. Futbolistas



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En sus inicios Joaquín Vázquez "Sánquez" realizó un fútbol de mesa llamado "Pase Chú" que contaba con un tablero campo de juego plegable, dos porterias, cuatro banderines de córner, un marcador y dos completos equipos de once jugadores cada uno con las diferentes equipaciones del campeonato de liga.


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 Las figuras son una maravilla, en una escala un poco inferior a los 45 mm y realizadas en plomo.Algunas ya cuentan con los característicos brazos articulados de la marca Sánquez y están delicadamente pintadas con pigmentos de escaso brillo.La obra temprana de Sánquez es una delicia y con ella deja patente la larga tradición familiar de artistas grabadores pertenecientes a la familia Vázquez. 

martes, 4 de noviembre de 2025

Goula. Procesión del Corpus.

 

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Originaria de la ciudad de Vic,Goula empezó siendo un taller familiar que alcanzó cada vez más éxito fabricando figuras en madera y cartón con muelles y todo tipo de ingenios.Con el tiempo fueron muchos los artesanos que trabajaron en la empresa durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Crearon todo tipo de juguetes desde representaciones de los personajes célebres de los dibujos animados hasta grupos más complejos como procesiones del Corpus o de la Semana Santa, carrozas Reales, carromatos de campesinos, y todo tipo de grupos populares. A pesar de su aparente simplicidad las figuras de Goula tienen su peculiar carácter que las hace únicas.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Teixidó.Vehículos militares de juguete

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Pech Hermanos. Exposición en Valencia 27 de Octubre 1951

 

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Fotografía de una exposición del año 1951 en donde aparecen formaciones motorizadas, infantería y caballería de Pech Hermanos siguiendo el modelo de Joaquín Vazquez "Sánquez".Son interesantes este tipo de fotografías que excepcionalmente nos llegan para poder apreciar los modelos que en la década de los cincuenta tenían mas aceptación y la afición que despertaban en aquellos años los soldados de plomo.

lunes, 20 de octubre de 2025

J.O.M Joan Ortelli Montañá. Figuras planas en 30 mm Lanceros y Dragones.

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Al estilo de los soldados de Nüremberg de Einrischen, la casa Ortelli fabricó figuras planas a la española con un grabado más popular distinguiéndose por tener jinetes más cabezones y caballos ispirados en  los antiguos fulls de rengla catalanes.

martes, 14 de octubre de 2025

Giménez. Razas antiguas. Íberos, celtas y celtíberos.

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                                          Alymer figuras de la antigüedad en 20 mm
 

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"Ynvestigada la verdad,en lo posible,al través del espeso velo que cubre la historia de los tiempos primitivos y fechadas por diversos escritores las primeras noticias que mayor verosimilitud ofrecen,en el siglo V.antes de la Era Cristiana,dedúcese de ellas,que por entonces los pobladores de España y de las Yslas Baleares eran una raza de hombres conocidos,como todos saben,con el nombre de Yberos-Con ellos se encontraron los Celtas a su arribo a la Península;con ellos se confundieron,y cuando los historiadores antiguos nos presentan ya juntos ambos pueblos,detallan en los Yberos grandes cualidades que les eran peculiares.
  Las tribus que habitaban en la parte del Mediodía y Oriente que los Celtas dejaron sin ocupar fueron por su independencia los mas notables entre todos los demás que existian en España,de los cuales,asi como de sus huespedes se diferenciaban grandemente;y como a esta circunstancia,que por si sola reclama para las figuras que han de representar a aquellas un puesto de preferencia,hay que añadir la que entre ellas no resultaba la diversidad de trages,armas,usos y costumbres de guerra que las distinguian de las restantes de la Peninsula,les corresponde ser las primeras en esta colección,apareciendo bajo la genuina denominación de Yberos y Honderos Baleares,los dos tipos que mas distinto aspecto ofrecen entre los moradores de aquellas comarcas.
  Los Yberos vestían generalmente una túnica corta de lana,adornada con una fimbra purpúrica y una lacerna o clámide del mismo tegido mas fino y de distinto color.Todos llevaban el pelo largo atado con ínfulas o trenzado cuando iban al combate; y en este caso muchos de ellos,principalmente los ginetes,se le recogían todo hacia arriba y lo colocaban dentro de la Mitra(especie de casco de cuero sin cintas,sin forma regular,con una pieza larga llamada bácula,que tenía tres ahugeros para la vista y la respiración y que cuando la llevaban caida la sujetaban por detras de la cabeza con unas correitas)haviéndole salir por un ahugero que esta tenía en la parte superior,lo cual sobre darles un aspecto feroz,les servía de sugeción para dicho casco y de defensa para ciertos golpes de arma cortante.-Además de la Mitra usaban como armas defensivas para el cuerpo,perpuntes de cerda,loridas de cuero y escudos construidos con nervios y forrados con pieles duras;siendo estos de tan grandes dimensiones,que según asegura Tito Libio los combatientes podían descansar apoyados en las Cetras,que era el nombre que tenían estos escudos.Las armas ofensivas consistían en la espada, la lanza, el puñal llamado rhamba; la clava o áclide y los dardos llamados Phalaricas, Soliferreas, Samiones, Sparos, Sudes, Gesos y Trágulas(de estos dardos los mas terribles eran la Phalarica, en cuya asta tenía una punta de hierro de tres pies de largo;la Soliferrea que era de igual tamaño pero toda de hierro y la Trágula que aunque mas corta,era aguda y penetrante hasta dejar a los que hería como clavados en tierra)y como los primeros tenían la punta de hierro,y los segundos eran del mismo metal,es probable que también lo fuesen las moharras de las lanzas y las hojas de las espadas y de los puñales.-En apoyo de esta creencia está el dicho de Justino que asegura que los Españoles templaban sus armas en los rios Bilbidis y Chálibe;por cuya circunstancia que las hacía inmejorables.Los Romanos adoptaron la espada española que era de dos filos,fuerte y á propósito para estocada y cuchillada.-Muchos de estos Yberos iban descalzos;pero otros muchos envolvían los pies en pedazos de cuero sujetos con correas,que a veces les cubrían la parte de la pierna hasta encima del tobillo.(Este calzado era parecido o acaso el mismo que el que usan aún los pastores y muchos montañeses de España,conocido con el nombre de abarcas).
  Los Honderos Baleares acudían al combate armados de un pequeño broquel y de un venablo quemado por la punta.La mayor parte iban desnudos,si bien algunos usaban toneletas de piel de carnero llamadas Sisirnas,o de ligeros sayos de lana;llevaban la cabeza descubierta y atada a la frente, la mas pequeña de las tres hondas que usaban en la pelea.-Estas tres hondas hechas con nervios,cerda y esparto se llamaban brachicolon,macrocolon y melancrena;servía la primera para los tiros a corta distancia,la segunda para los de distancia media y la tercera para los mas lejanos;la mas pequeña iba atada a la cabeza,la mediana liada á la mano,y la mayor sujeta a la cintura,y con ellas arrojaban piedras y glandes de plomo,que llevaban en un zurrón colgado al cuello ó al hombro,con tal tino y violencia,que no había casco ni armadura que resistiera a tan terribles golpes.
  Tanto los Yberos como los Honderos Baleares llevaban por todo equipo de campaña un pellejo de carnero llamado Odre colocado al hombro,á la espalda ó á la cintura,el cual les servía para guardas la ropa y para vadear los rios ;en cuyo caso lo llenaban de aire,colocaban la cetra encima y se arrojaban al agua tendidos boca abajo sobre el escudo.
  En esta lámina,las figuras de la derecha de la misma representan los Yberos,armados con las Mitras,los perpuntes y las cetras;llevan lanzas,espadas y rhambas,el odre al hombro y en los pies las abarcas:y las figuras de la izquierda significan los Honderos Baleares provistos de hondas y venablos,y vestidos con los sayos y sisirnas que dejamos referidos."

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                                       Sánquez.Íbero a caballo en 30 mm.Figura plana.

viernes, 3 de octubre de 2025

Teixidó.Guardia civil de gala 45 mm




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Teixidó fué la empresa de soldaditos de plomo de juguete por excelencia.Su producción es importantísima y multitud de piezas en mejor o peor estado han llegado hasta nuestros días.Sus cajas a menudo incluían accesorios para el juego como escenificaciones  teatrales de castillos o fortalezas. Puentes ,árboles y vegetaciones para recrear los bosques. Avioncitos de plomo o tanquetas y otros vehículos militares en madera.Todo ello con la intención de hacer más atractivos sus productos y fomentar la imaginación de los niños en sus juegos. Su trayectoria es larguísima iniciándose a principios del siglo XX o finales del XIX y  aún persiste dedicándose fundamentalmente a la fabricación de figuras de pesebre.Nos ha dejado un importante legado tanto en plomo como en plástico con sus celebradas figuras articuladas. Su aportación al tema taurino es fundamental, siendo uno de los talleres que mejor lo han interpretado, creando las mejores plazas de toros de juguete de todos los tiempos.

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viernes, 19 de septiembre de 2025

El Hospital de soldaditos de Ramiro.Parte 5.Fabricación de la cola de un caballo.

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 Ramiro vuelve a la carga.

"He aquí un espléndido caballo de Estereoplast al que le falta la cola.Veremos la manera de fabricarle una nueva.

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Los caballos de esta marca son huecos por lo que conservaremos el muñón de la cola para dar mas solidez a la guía metálica que insertaremos mas adelante.

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Sobre un modelo igual de caballo con la cola intacta fabricaremos un molde de la misma de dos piezas,procurando que sus márgenes coincidan con las pequeñas rebabas aún visibles de la cola original.

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Una vez seca la primera mitad del molde,fabricamos la segunda también con masilla epoxi gris.Previamente hemos embadurnado la cola con un pincel untado en vaselina,para facilitar su separación.Con el mismo fin hacemos pequeñas muescas en los bordes de contacto de la masilla aún blanda del segundo molde para poder hacer palanca con un punzón cuando se seque.





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Aquí tenemos las dos mitades del molde una vez secas.






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Practicamos ahora un orificio en el muñón de la cola por el que introducimos una guía metálica hecha a partir de un clip y pegada con cianocrilato.






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Esperamos a que la unión quede seca y adaptamos la guía al molde.











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Para ello estiramos y cortamos el alambre,modificándolo con un alicate hasta adaptarlo perfectamente al interior de la primera mitad del molde,que sujetaremos firmemente a la grupa del caballo para mantener la futura cola en la dirección correcta.Luego probaremos la guía con la segunda mitad para confirmar su correcta ubicación.La guía ha de llegar hasta el final de la cola y este debe ser el único punto en que contacte con el molde.



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Fabricamos la cola con masilla epoxi blanca Milliput.Habitualmente las hago con la misma masilla que el molde,pero ahora usamos esta para contrastar ambos elementos.









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Ahora colocamos la masilla alrededor de la guía y volvemos a embadurnar con vaselina ambas mitades del molde,que ajustaremos a la grupa,presionando luego firmemente contra la masilla blanca.








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Basta con presionar con los dedos para ver como la masilla sobresale entre ambos moldes.











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Este es el resultado de la primera compresión.Hemos separado una mitad del molde y ahora con la punta de una cuchilla nueva cortamos las rebabas separándolas.









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Primero liberamos un borde de la rebaba y luego el contralateral.











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Ya tenemos el molde listo para la segunda compresión.Volvemos a dar vaselina a la mitad del molde que hemos desprendido.










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Resultado de la segunda compresión.La rebaba es mucho mas delgada ahora.También la retiramos.











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Siempre separamos la misma mitad del molde,la que se desprenda con mayor facilidad.











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Este es el resultado de la tercera compresión ahora la rebaba es mínima,pero la retiraremos también.Con tres o cuatro compresiones el grosor de la pieza será ya igual a la original.









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Tras la cuarta y última compresión ya no existe casi rebaba.Ahora tras retirar cuidadosamente la mitad del molde que aún aparece pegada a la cola dejamos secar la misma.Esta mitad la retiraremos haciendo también palanca con el punzón,pero en la parte del molde que contacta con la grupa del caballo,para no dañar ni cambiar la posición de la nueva cola.






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Y este es el resultado final de la operación comparado con la cola original.Pero aún queda pulir,desbastar y pintar la nueva cola.













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Asi queda la nueva cola una vez seca.Bastante lograda pero aún con imperfecciones.Observamos la rebaba residual en el dorso de la misma,que habrá que desbastar y pulir,pero no eliminar,pues hemos de lograr que nuestra nueva cola tenga el mayor parecido posible a la original.








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Esta es la conexión de la cola a la grupa del caballo.Aunque la masilla ha quedado firme tras el fraguado,aumentaremos la solidez de esta unión rellenando los huecos visibles con pegamento liquido de cianocrilato.Y esto lo haremos con la ayuda de la punta de un mondadientes,aplicando el pegamento en pequeñas cantidades que dejaremos secar completamente,y repitiendo la operación cuantas veces sea necesario hasta tapar las oquedades de esta zona.Así evitaremos que el pegamento chorree.También taparemos por el mismo procedimiento las pequeñas grietas que hayan aparecido durante el proceso de prensado,como las dos que vemos en la parte izquierda de la cola.








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Aquí vemos en la punta de la cola y señalado por la broca,el extremo final de la guía metálica,que cubriremos también con el mismo pegamento.















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A continuación comenzamos el desbastado y pulido de la cola con una fresa diamantada insertada en un taladro manual,trabajamdo a pocas revoluciones.Haremos desaparecer las imperfecciones y deformaciones evidentes,que siempre las hay,puliremos la unión de la cola a la grupa y también aquellas zonas en que la rebaba es excesiva,usando como referencia comparativa la cola original.El modelo de fresa que aparece en la foto es el que utilizo habitualmente,a veces de un tamaño inferior,aunque también uso fresas esféricas.Alterno estas operaciones mecánicas con el acabado manual mediante una lija de grano muy fino.







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El pulido final lo hago siempre con lana de acero muy fina,de tres o cuatro ceros, frotando muy suavemente para no alterar las rugosidades de los pliegues.Después paso una brocha para eliminar los restos de lana de acero que hayan podido quedar.









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Y ahora ya toca pintar.Pero antes hemos de hacer las pertinentes pruebas de color y tono.Una vez obtenida sobre la paleta la mezcla que parece más adecuada,siempre la pruebo directamente sobre la figura,con una pequeña pincelada que dejo secar y que más tarde elimino con una algodón humedecido en agua.No hay mejor forma de comprobar si hemos acertado o no con la mezcla.En esta imagen vemos sobre la grupa del caballo,que es de un color marrón medio,los dos nuevos tonos de marrón que hemos obtenido.El inicial, situado arriba,quedó un tanto oscuro y al aclararlo en exceso se obtuvo el inferior.Un tono intermedio entre ambos será pues el más adecuado.Casi siempre,como ya expliqué anteriormente,utilizo colores acrílicos aplicados con pincel.



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Este es el resultado de la primera mano de pintura,hecha con una mezcla más bien diluida para resaltar las irregularidades.No daré imprimación alguna.Muchas capas de pintura superpuestas rellenarán las oquedades,alisando en exceso la superficie y desvirtuando el resultado final.Recordemos que estamos pintando una superficie rugosa que en el original no va pintada,por lo que daremos las capas justas para lograr el resultado adecuado y nada más.Pero si la cola original está pintada,hay que proceder de otra manera,ya lo explicaré al final.


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La segunda y última mano la daremos con pintura algo más espesa para que cubra bien,pero sin dejar que se apelmace en las oquedades,repartiendo bien la pintura con el pincel.Tan solo daremos una tercera mano para repasar puntualmente aquellas zonas,por lo general las más sobresalientes,que no hayan quedado completamente cubiertas.








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La mitad derecha de la cola ofrece también el mismo acabado,en el que la pintura apenas ha alterado el relieve inicial de la superficie,permitiendo apreciar todas las rugosidades de la misma.
Podemos observar aquí,comparando la cola con la grupa,que la elección del tono de color ha sido la correcta.
También podemos distinguir la parte posterior de la rebaba longitudinal inferior de la cola,de igual forma,tamaño y disposición que la original.





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Tras las dos manos de pintura y los retoques oportunos,la cola ha quedado uniformemente cubierta,pero también aquí se nota perfectamente una discreta rebaba,como en el original.Por último se darán pequeños toques con la técnica de pincel seco en la zona de la grupa junto a la cola.Esto,además,hará más progresiva la transición cuando el color que hemos dado a la cola difiera un poco en el tono con el resto del pelaje del animal.




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Un suave pulido con fibra de algodón natural o sintética (prefiero la segunda,que no deja pelillos) confiere a las zonas pintadas un apresto satinado muy parecido al del resto de la figura.










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Vemos aquí el resultado final de nuestro trabajo comparado con el original.Valió la pena el esfuerzo,pero aún no hemos acabado...











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...Porque hay algunos pequeños detalles que debemos tener muy en cuenta.Éste es un caballo idéntico al anterior,pero de pelaje alazán rojizo,al que también pusimos una cola nueva con buen resultado,como puede apreciarse.








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Ahora fijémonos en la crín original del caballo.Vemos que hay un residuo de color más claro,quizás polvo,suciedad o pintura depositado en las oquedades.Habremos,pues,de reproducir, para que el resultado global sea creíble,este mismo patrón en la nueva cola.Si no,ésta parecerá nueva y no queremos eso.









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Con un color similar beige o marrón claro muy acuoso,haremos uno o dos lavados en la cola,pasando antes de que se seque del todo una gamuza fina ligeramente humedecida con agua,para arrastrar nuestro polvo artificial de las zona más elevadas.Conviene no exagerar y para ello tomaremos la crín como comparativa de referencia.









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Aquí vemos el lado derecho de la cola con idéntico patrón de acabado: el aspecto envejecido que presenta una figura jugada.








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Pero el asunto se complica aún más cuando el caballo original lleva la cola pintada y con las marcas indelebles del paso del tiempo,la suciedad y los juegos infantiles.Vemos aquí un estupendo caballo indio de Pech,al que ya hemos fabricado una cola nueva con masilla gris,que aparece ensartada con el alambre-guía de fijación.Cuando el caballo,como en este caso,es de un material macizo,podemos realizar el molde de la cola por separado e insertarlo después, con la certeza de que quedará sólido.En este caso hay que cortar el munón de la cola antes de la operación,la cual llevaremos a cabo como hemos explicado anteriormente.

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Una vez pulida, hemos de pintar la cola con el mismo color del pelaje del animal y tras el secado repasarla con el color que tengala crín del mismo,que será gris claro para el caballo negro y gris oscuro para el caballo blanco,como podemos ver.Repasamos con estos dos tonos de gris fundamentalmente las oquedades,pero de forma algo desordenada e irregular.La parte baja de la cola,que es la menos expuesta al roce y la que conserva mejor la pintura la cubriremos mas intensamente de gris.También podemos utilizar la técnica de la gamuza húmeda.Una vez satisfechos con la cola y para igualar más su color con el de la crín,podemos repasar las zonas de la misma que ya están pintadas con el mismo color gris que hemos dado a la cola,con lo que ambas quedarán exactamente iguales.Y,para acabar,le daremos un lustre satinado frotando suavemente con un algodón las partes pintadas y ya secas.Parece una tonteria pero se nota la diferencia...

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En esta última imagen comparamos tres caballos:los dos mas cercanos,el blanco y el negro,llevan la cola añadida, mientras el caballo gris del fondo lleva la suya original.Durante el proceso de pintado nos hemos de poner en el papel de los decoradores originales,en los que primaba la rapidez y,en consecuencia, una cierta imprecisión, no hay más que ver el ojo derecho del caballo blanco.Algunas zonas mal pintadas o alguna pequeña mancha de pintura fuera de lugar harán que el resultado final sea más creible y realista.Y eso es todo.Gracias a quienes habéis leído estas líneas que espero que os hayan sido útiles y,sobre todo,gracias Jaume por dejarme asomar una vez más a la fantástica ventana de tu excelente blog.Hasta otra."


Y hasta aquí la interesante publicación de Ramiro Durán.Gracias y esperamos que pronto vuelvas a iluminarnos con tu conocimiento y generosidad.