No soy dócil, ni suave, ni apacible. No soy dócil y sin embargo hoy puedo serlo. He imaginado esta circunstancia distinta, exótica para mi por que nunca ha ocurrido.
Que te parece si mientras te encuentras leyendo en tu sillon favorito, Me acerco a vos silenciosa, con un dejo de humildad y solicitante te tome las manos y te haga levantar de ahi mientras solo me miras esperando mi siguiente paso. Con mis manos en vos, te suelto el cinturon, lo hago con la suficiente delicadeza pero confianza para que mis manos circulen sin temor cerca del cierre de tu pantalon. Te quito el cinturon y lo pongo en tus manos y frente a vos aflojo mi pantalon dejando ver mis calzones y te vuelvo a ver con un poco de timidez y te digo sientate!!! Es asi como yo misma me dispongo a tu mano acostandome sobre tus piernas y dejando todo preparado para que desprotejas mis nalgas de la ropa que las cubren, y en cambio las llenes con azotes que provienen de tus manos y digas algunas palabras con tu acento extrangero mientras yo me contraigo en tu regazo esperando a que termines... Cuando vos lo dispongas
