domingo, 28 de diciembre de 2025

Amanece

Desde que vivo en El Masnou no recuerdo que hayamos pasado más de cuatro días seguidos sin ver el sol. Por eso hoy me he levantado confiado en que, por fin, nos sacudiríamos los grises, remontaríamos las nubes bajas y emergeríamos a la luz del cielo azul. Y, efectivamente, un sol precioso está alzándose, majestuoso, sobre el pueblo, ascendiendo del mar como si se sacudiese el agua de estos días. Ayer estuvo todo el día lloviznando y, sintiéndome recluido en la muelle comodidad de mi casa, salí a a pasear al anochecer, cojitranco, evitando el peligro potencial de las hojas secas, enemigas declaradas de los viejos. Apenas había gente por la calle. Solo me encontré con grupos reducidos de adolescentes que ni pueden estar en casa ni tienen sitio al que ir cuando salen de casa, así que se juntan en cualquier lugar a pasar frío como gorilas bajo la lluvia, mientras se comentan lo que han encontrado en sus móviles.  Hay en los días 25 y 26 de diciembre como una resaca colectiva en la que todo empuja a hibernar en el sofá familiar, arropados por una manta, despotricando del turrón que no paramos de comer, viendo triviales películas familiares y comentando que el año que viene vamos a cocinar menos porque llevamos varios días comiendo sobras. El sol continúa su ascenso. Es un sol protector que anima a salir de casa y a buscar una terraza protegida del viento en la que desayunar y pasar el rato simplemente disfrutando del dulce placer de seguir sin hacer nada.

sábado, 27 de diciembre de 2025

De repente

Así lo cuenta Lucas: «De repente, se unió al ángel una multitud del ejército del cielo, que alababan a Dios y decían: Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz entre los hombres en los que él se complace». Sobre esta locución adverbial, «de repente», hablé ayer en la COPE. Lucas vuelve a emplearla en los Hechos de los apóstoles: «Ya se acercaba a Damasco cuando de repente le cercó de resplandor una luz del cielo». De repente lo inaudito nos sale al paso cogiéndonos desprevenidos y, por ello mismo, ofreciéndonos la posibilidad de apropiarnos de ello para convertirlo en un comienzo. Pasemos a Marcos: «que cuando venga de repente, no os halle dormidos». Es decir, que cuando lo grande llame a nuestra puerta no nos halle fuera de casa, que nos halle como a los pastores.

viernes, 26 de diciembre de 2025

El multiculti

Hay una bondad blanda, muy ingenua (y posiblemente de raíz católica), que se ve a sí misma como una moral superior porque le pide a la política más de lo que esta puede dar de sí. Pero pedirle a la política lo imposible tiene algo de inmoral, porque fomenta la frustración colectiva. Lo decía Cánovas: en política, todo lo imposible es inmoral. Podría poner muchos ejemplos, pero quizás el más relevante hoy sea el de la reivindicación político-moral del multiculturalismo. Para que una sociedad, sea verdaderamente multicultural, lo primero que se necesita es que cada una de las culturas que la integran no crea mucho en sí misma, para prevenir toda tentación expansionista. Lo segundo, admitir que la cultura del otro es para él tan valiosa como la tuya para ti y, por lo tanto que, en el fondo, las culturas son inconmensurables entre sí. Y, por último, se necesita no cumplir en la práctica con ninguna de las dos condiciones anteriores para poder ser capaz de establecer algún tipo de consenso sobre las normas comunes que sean aplicables a cada cultura. 

jueves, 25 de diciembre de 2025

Poética del rodaballo

Ayer, querida B., súbitamente, entendí el significado de esa nueva palabra que me enseñaste: natalofobia. Aquí, en casa, n tuvimos tiempo para eso. Vinieron a cenar mis hijos, mis nietos y una pareja de amigos y yo, se lo aseguro, fui feliz entre fogones desde primera hora de la tarde, porque comencé los preparativos de la cena temprano, con unos buñuelos de manzana. La cena, por supuesto, fue generosa. fritos varios, almejas en salsa verde, berberechos y rodaballo al horno receta Chez Luri. Mis nietos me pidieron que a ellos les hiciera su cena preferida y. obviamente, acepté encantado y cada uno tuvo su flamante tortilla de patatas. Nos despedimos a punto de dar las doce y cuando se fueron todos, mi mujer y yo echamos el cerrojo de casa y nos dispusimos a recoger la mesa y a poner un lavavajillas. Mientras andaba trasteando pensé que para el cristiano la cena de Navidad no termina nunca, porque la Navidad no es un punto y aparte, sino un comienzo. Si no creyéramos que lo bueno viene después, todo lo que quedaría, tras los villancicos, sería un lavavajillas limpiar y el silencio tras las despedidas.

miércoles, 24 de diciembre de 2025

Memorial de ausencias y presencias

"A partir del 24, alarga un paso de gallina el día", decía mi madre. Y en estos días, que tienen, inevitablemente, algo de memorial de ausencias, no puedo dejar de recordarla. La vida también está hecha de añoranzas. Hay por ahí una pedagogía barata que tiende a confundir los malestares propios del hecho de estar vivo con traumas y que considera que la terapia adecuada para ellos es la evitación. Si los exámenes te producen ansiedad, que es lo que les ocurre a un número creciente de jóvenes, habla con tu profesor a ver si te puede cambiar el examen por otra cosa. La terapia de enfrentamiento parece demasiado agresiva. Sin embargo. si tienes un problema de relación con la realidad, lo sano no es huir de la realidad, sino plantarle cara. Inevitablemente se van a producir ausencias en tu vida y cada una de ellas se lleva para siempre algo de ti. Crecemos aumentando los muñones afectivos y no hay manera de evitarlo. Lo único que está en nuestra mano es intentar sumar a nuestra vida nuevas presencias. Por eso la amistad, amigos, es terapéutica. La Navidad es, en cierta manera, un echar cuentas a ausencias y presencias. Os deseo que el saldo os salga positivo.

martes, 23 de diciembre de 2025

En este embrollo estamos

La ideología de la autonomía y del pensamiento crítico es, en el fondo la ideología del derecho a decidir cuál es mi modo de vida y hasta cuándo me comprometo con él. Proclama el derecho incondicional de todo ciudadano a decidir a qué pertenecer y a qué dejar de pertenecer. Pero para poder ejercer ese derecho se necesita, primero, de un clima cultural al que pertenezco sin haberlo decidido, y que vea este derecho como un derecho elemental, y, segundo, de instancias que garanticen su ejercicio y, por lo tanto, la exclusión de quienes no lo respeten. Es decir, se necesita que haya una colectividad con unos valores a la que no puedo decidir no pertenecer sin poner en peligro mi derecho a pertenecer y, al mismo tiempo, que disponga de potentes instrumentos coercitivos para excluir, de una manera u otra, a quienes pongan en cuestión mi derecho a elegir sin juzgar sobre el contenido de mis elecciones. Los encargados de manejar estos instrumentos no deben entrar a valorar la bondad o maldad de los modos de vida a los que puedo optar. Todo ha de valer lo mismo para ellos... excepto la opinión de quienes niegan que todo valga lo mismo. En conclusión, la postulación pública de que todos las formas de vida tienen el mismo valor ha de tener excepciones si ha de ser más valiosa que mi opción sobre una forma de vida. En este embrollo estamos. 

lunes, 22 de diciembre de 2025

Memorias de la corriente

Llega un momento en que todo el mundo comienza a tener novia y sabes que ya no hay vuelta atrás; llega un momento en que todo el mundo se casa y tú andas haciendo planes de boda. Después te ves rodeado de amigos con hijos que no hacen más que hablar de reuniones de padres y de escuelas. Llega un momento en que los hijos comienzan a volar a su aire y todos comentamos la extrañeza de los nidos vacíos. Llega el momento en el que basta con detenerse a saludar a alguien para que acabes hablando de la salud. Llega el momento en que menudean tus visitas al cementerio. Y llega el momento en que caminas con muletas y descubres, sorprendido, la de personas que van con muletas por las calles de tu pueblo y que hasta hoy mismo eran invisibles. Y llega el momento en que te pones a pensar en que eso de la autonomía, que es el nombre de la principal religión laica del presente, está bien como broma, pero que, en realidad, todos vamos, arrastrados por la corriente, despidiéndonos de lo que queda atrás y saludando a lo que llega, con la ilusoria convicción de que la corriente es nuestra voluntad.


Amanece

Desde que vivo en El Masnou no recuerdo que hayamos pasado más de cuatro días seguidos sin ver el sol. Por eso hoy me he levantado confiado ...