Cuenta La Vanguardia que Adrià preguntó «Quién manda aquí» antes de presentarle al representante de Eurovegas. Un chascarrillo, vamos, esas cosas que se dicen para romper el hielo. Escucho a Miguel Ángel Aguilar en la radio que este negocio huele regular tirando a mal, haciendo referencia a un artículo de The Wall Street Journal. Lo típico, negocio que se quiere montar y la gente nos tiramos a los ojos…. Somos unos ignorantes.
Pero hete aquí que lo que revoluciona el panorama es que haya dicho que «montaría algo en Eurovegas si es en Barcelona, no en Madrid». ¡Acabáramos! Resumiendo, ¿de verdad lo preocupante es que haya un duelo partidista en vez de un duelo por lo que es el modelo Megacasino, puticlub de postín, derechos laborales «salgan por la ventana»?
Las declaraciones de Ferran Adrià, tipo al que respeto, no me parecen dignas de una figura como él. No me parecen justas porque la imagen que da es la del empresario sin escrúpulos que busca más un beneficio al albur de un gobierno que el de un tipo con la idea de crear algo grande, ético. ¿Ético? Sí. Hay gente con la que jamas habría que sentarse en una mesa y lugares en los que jamás invertir dinero y mucho menos talento.
Para M.A Aguilar «son la organización del vicio, en otros lugares puede hacer su ley y aquí quiere hacer lo mismo»
— Hora 25 (@hora25) junio 26, 2012
Será difícil, para mí lo será, escuchar y leer que el tal Adelson enseña la cacha de su Magnum 357 con una muesca más, la de Adrià. Me resultará anodino en él que sea usado como cartel elctoral por parte de Mas. ¿Se imaginan? Mas dirá que Adrià hace país y Aguirre, si Adrià accediera, hablaría de un gran patriota. Y así, de un plumazo, la «geopolítica de cuarto de estar», la gastronomía y el dinero público estarán en la olla a presión.
Qué difícil escribir esto cuando lees en El País que Unió de Pagesos, la Universidad de Girona y la Cámara de Comercio de Girona creen que sería catastrófico para el sector agrícola. Qué difícil tragar con lo que argumenta, con datos, Ecologistas en acción sobre el coste para las arcas públicas. ¿Y cómo calificar las reverencias de nuestros políticos de aquí y acullá?¿Acaso ellos no creen en otro modelo de negocio?¿No tienen nada que decir los empresarios que cumplen con las leyes, sí, esas que este tipo no quiere cumplir en su totalidad?
Me duele, mucho, saber que Adrià se ha postulado para este engendro, modelo en mi opinión, de lo que es ya la deriva de nuestra sociedad. Si las «élites» que nos gobiernan y piensan «en nuestro bien» sólo tienen como ocurrencia montar este complejo, aviados estamos.
Quiero creer que no todos los empresarios de hostelería de este país están deseando entrar en la ruleta del señor Adelson. Quiero creer a Azucena Vega cuando habla de nodos éticos.
¿Qué y a quién creer? Sólo me quedan las informaciones periodísticas de El Periódico, eldiario.es …. Las empresas que gestionan los periódicos, ante el advenimiento de Adelson, se estarán frotando las manos con su publicidad, a cambio, quizá, haya que ser leves en el reproche y la denuncia. Me niego a pensar que vaya a ser así.
Hay días en los que has de decir las cosas, aunque sea a tu mujer, a tu marido, a tu pareja, tu hijo, tu amigo,… No soy amigo de Adrià, le debo a él y a su equipo parte de mi formación como cocinero y persona, pero hoy he de decirle que no, que no pensé nunca escribir esto.





