lunes, 29 de diciembre de 2025

Apagándome

 

Ahora ya no vibra el pulso que enciende las luces del ardor,

y en los ópalos la luz es un candil de amarilla luna, fui la pasión

que hace estallar el cristal donde la voz del silencio se aquieta

como un río helado, fui el árbol solitario de una navidad fiel

en el oasis de la juventud, fui la sombra de un niño que huye

de su sombra para al fin ser faro de su noche, fui la lluvia

que no cae derrotada en los charcos del hastío, pero hoy tan

solo una huella que ya es lejanía brilla en el talud del recuerdo.

domingo, 28 de diciembre de 2025

La palabra en el corazón

 

Las frases proyectan sombras en el aire.


Y escriben en la memoria al compás de los relojes.


Lo dicho no muere

aunque se inscriba en la latitud

de unos segundos donde la voz escucha

solo a su eco.


Si retorna la palabra al corazón, ya no será olvido.

sábado, 27 de diciembre de 2025

Los ojos de la juventud son ventanas abiertas a la vida

 

Desde el lloro que no articula la palabra que aún es semilla

se descubren los sentidos al mundo.


Y es de júbilo el reír sin la losa que en el horizonte

escribe el legado de lo que deja un fósil

que ya solo late en la memoria.


Y se aprende del mar la universal canción de la vida,

del cielo que el sol cumple un ciclo de luz en la cicatriz

que va dejando la hilatura del ser.


Del roce que despierta los sentidos a la fragilidad del existir

un arpegio multicolor de arco iris en la telaraña

sin las rosas del hastío

cubriendo el jardín que nace a un alba virgen.


Y de pronto escuchas la música que en tu corazón alegre

es un crisol de paz que fluye por las venas de la juventud

como un aullido de lobos en el bosque de tu ansia.


Ves lo invisible cuando la mirada cruza los misterios del porvenir

con el fuego vital que se adentra bajo los círculos del azar.


Y al fin te cubre de luz la aurora que en tu corazón resplandece

como un ascua que no ha conocido aún el hostil mensaje de la edad.

viernes, 26 de diciembre de 2025

La mirada del poema

 

Aún se percibe la llama juvenil que acecha el día,

y eres el pájaro del sueño, la fe del iluso que hace

añicos lo real con el fusil de la palabra, el don

del que nacieron las alas invisibles de un ruiseñor

que le silba a la noche con el alegre canto que fluye

por un aire que no se detiene en el arbitrio fiel

de la memoria común, y estás en mi mañana

con tu voz cautiva bajo la jaula de un tiempo

que no reconoce la luz que vendrá a morir

en los cristales del hoy, en la sombra fugaz

que se perfila bajo los puentes que surgieron

sin un río que desembocará en el yo que 

se desnuda ante la mirada infantil del poema.


jueves, 25 de diciembre de 2025

Una sola palabra

 

Qué lisura de faz en el equilibrio de la geometría,

cuánta mansedumbre en los arcos que atraviesan

el color de la noche, adónde va el señuelo de tu altivo

edén que finge ser lluvia en los ojos que callan la sed

de los cometas, murieron los pájaros de granito azul,

en el sur de tu calle hay laberintos de cristal y caoba

sin el orden feliz de las cuadriculas que vierten

su río fósil en mis cicatrices de ángel, de tu balcón

las guirnaldas cuelgan como pendones de un ejército

sin memoria de haber vencido al silencio, y si abril

se posa en la oscuridad de tus axilas igual que una flor

de hielo es para que recuerdes mi tacto como fría luz

en la penumbra de aquella habitación

donde oí de tus labios, por primera vez,

una sola palabra que yo no olvidé, olvídame.


martes, 23 de diciembre de 2025

El lenguaje del recuerdo

 

Sorprende la lluvia el atardecer del aire cuando se ha ido

la última palabra que nombraste.


El mar ya no escribe en la profundidad de tu huella

su canción de ola febril y en los círculos que trazamos

con la tiza del ensueño no baila el amor su carnaval alegre

de labios que cruzan los pórticos donde se une el alba

de dos caligrafías que desembocan en un delta azul.


En los confines la luz que conocimos es un sol opaco

que ilumina el jardín de las frases sin voz.


El recuerdo es ahora quien habla, no somos nosotros.

lunes, 22 de diciembre de 2025

A mi sombra

 

Has elegido el fruto dócil que antecede al invierno,

tu mansedumbre de carnaval exhausto no duda

en seguirme como si en ti los racimos del sol fluyeran

hasta la piel traslúcida que lloró en lo opaco, y vas

con tu efigie de autómata pisando los corredores

del artificio que mi cuerpo delinea entre ceniza y albor,

vas a tu pozo donde las formas del agua son de aire

y en las palabras de la noche descubres tu silencio

longilíneo y espectral; como un títere que ha perdido

los hilos que le unen a la claridad giras dentro de ti para

que el mediodía más luminoso no ciegue unos pasos

que imitan la vulgar andadura de quien recibe

en su perfil de carne la llama de un sol que proyecta

sobre el vacío tu forma insolente, tu ser que agoniza

cuando el crepúsculo hunde su raíz púrpura en mí.