
Por allá por el 2001 (2º De bachillerato)decidí apuntarme a una optativa llamada "Massatge i relaxació" impartida por la profesora de Educación Física. Siempre recordaré a aquella profesora como alguien muy entregado a la materia que impartía, alguien preocupado no sólo en hacernos correr sino en que entendiéramos qué pasaba en nuestro cuerpo cuando corríamos. No sé si me explico.
Parte de la asignatura consistió en leernos un librito "
El cuerpo tiene sus razones" de Therese Bertherat y poder entender mejor las técnicas y ejercicios que a veces practicábamos en clase.
El libro me llamó mucho la atención, tuve conocimiento por primera vez de que el cuerpo no siempre responde a la medicina moderna, y de que hay otros caminos para solventar los problemas del cuerpo y otras razones a esos problemas que no siempre son las obvias o las estandarizadas. Este libro enseña las bases de la "
Antigimnasia",os intentaría explicar qué es, pero de verdad os recomiendo la lectura del libro, os he enlazado arriba el pdf. Considero que leerlo es imprescindible para entender la filosofía de esta técnica que no es otra que habitar nuestro cuerpo, nuestra única casa y mantenerla viva y sana. Dicho así puede quedar un poco místico pero nada qué ver con temas de meditación o cosas que al final tienen un punto de lavada de cerebro que a mí, personalmente tanto me desagrada.
Y toda esta explicación viene a que ayer asistí a la segunda sesión de Antigimnasia. Hace un año di con una de las pocas profesionales que se dedican a esta técnica, y dio la casualidad que vivía cerca de casa. A lo largo de esta semana pasada se ha celebrado la semana de la Antigimnasia, invitando a las personas interesadas a jornadas de puertas abiertas.
Decir, que fue una mañana mágica dedicada a sentirme bien, a enseñar a mi cuerpo a no forzar, a cuidar mis rodillas que tanto me duelen y a disfrutar del sol y de la tranquilidad. Si tenéis la oportunidad de practicar aunque sea una sola sesión, no lo dudéis.