Hace más de un año que no venía por aquí... Y no porque no he pensado en hacerlo muchas veces. Por pereza. O más bien por miedo a oir mis pensamientos. Unos pensamientos que me llevan de cabeza y me desconciertan.
Creo que esta va a ser una de las entradas más directas que he hecho nunca. Directa porque no voy a usar metáforas, ni palabras vacías... Directa porque al final para esto creé este blog.
Estoy un poco confundida por muchas cosas. Posiblemente me he refugiado en el trabajo y ya ni allí me encuentro a gusto.
Tengo un sinfín de sentimientos entrelazados, dudas en mi camino, y esperanzas desesperanzadas que cada día les veo menos camino. Y me pregunto, ¿por qué?, ¿por qué todo me resulta tan complicado?
Claro, tengo trabajo, pareja, unos padres que me quieren, familia... pero me falta algo. Me falta algo. Y no puedo hacer entender a nadie que aunque tengo la suerte de tener todo lo que cualquier persona puede desear, me falta un sueño. Me falta un deseo que me parece es eterno. Me falta algo que no se compra con dinero.
Los sueños no se compran, pero no siempre se pueden seguir. No siempre se pueden tener, y tampoco se pueden perseguir toda la vida... pero qué si no lo hacemos.
Jose, ¿por qué no estás aquí?
Sinceramente, creo que debería ir a un psicólogo. Lo necesito. Porque quiero hablar con alguien que no me juzgue. Necesito hablar con alguien que me escuche y que sepa decir algo más que "bueno".
Mi mensaje hoy es: SOCORRO. No siempre es necesario estar muriendo literalmente para pedir auxilio. Se puede morir de muchas maneras.
Laura. Hoy, sinceramente directa.
Mañana es mi cumpleaños…
Cumplo 30 años.
Siempre había pensado que ese día sería especial.
No creo que lo vaya a ser.
Jose, te echo de menos. Feliz cumpleaños a ti también… allá donde estés. Te quiero.
"Feliz" cumpleaños, Laura.
Nunca he entendido la vida. O tal vez nunca he entendido mi vida. Y no sabría decir qué es peor… Porque cuando no entiendes la vida, al final, se puede decidir vivir la propia vida, pero cuando no entiendes tu vida, la alternativa no la tengo clara.
Llevo toda la vida esforzándome por transmitir al mundo, a la gente que quiero lo que realmente siento. Lo que pienso. Como me pasa a mi cuando veo a alguien que está triste, o contento… Porque puedo entender qué sienten cuando les veo así.
Me resulta realmente triste esforzarme a sentirme feliz, cuando no lo estoy, me cuesta realmente un gran esfuerzo sonreír cuando no tengo ganas… pero lo que me entristece muchísimo es que la gente suelte la frase “¿estás enfadada?” cuando en realidad estoy triste, o desanimada, o cansada o sin ganas. Porque normalmente no estoy enfadada. Y cuando ni la gente que se supone me conoce bien sabe distinguir mi expresión, sólo puedo pensar que así, la vida no tiene sentido. Porque igual ni yo la entiendo. No sé expresar, y por mucho que me esfuerce en hacer las cosas bien, siempre parece que termino ‘metiendo la pata’. Malinterpretando, ¿por inseguridad?...
Estoy muy ofuscada. Ningún gran esfuerzo es suficiente para que la gente que me rodea, la gente que quiero, entienda lo que siento. Siempre acabo molestándoles con mi actitud y eso todavía me entristece más, y es como un bucle que no consigo cerrar.
Lo peor, llegar a casa y seguir sola. Porque al final, eso es lo que me pasa. Me siento muy sola aún cuando estoy rodeada de gente. Porque me siento fuera de lugar. Incomprendida. Y siempre me da la sensación que ofendo a todo el mundo. ¿Malinterpreto? No sé hacerlo mejor… lo siento. No sé hacerlo, y me esfuerzo cada día por tener esa actitud tan positiva….
Así no puedo dejar de llorar. Se me han secado hasta los ojos. Algún día no podré aguantar más. Sólo necesito cariño. Sólo necesito un amigo. Sólo un hombro sobre el que llorar y explicar que no estoy enfadada, sólo estoy triste. Muy triste. Un hombro sobre el que apoyar la cabeza y no tener necesidad de explicar qué siento porque ya lo ha sabido al mirarme a los ojos.
No es una actitud defensiva, es una de cobarde que se esconde.
Ojalá no fuera tan cobarde. Me suicidaría. Sin sentido, la vida no tiene sentido.
Laura.
PD: ¿Hoy no se acababa el mundo? Supongo descansaríamos en paz...
Vuelvo a estar aquí. Dominada por esos días en el que las mujeres no regimos ni controlamos nada de nuestra vida. Nada.
Me siento decaida, deprimida, desanimada, desmotivada... no sé porqué. Tal vez porque en menos de 20 días finaliza mi contrato y no hay nada a la vista. Tal vez porque echo de menos muchas cosas. O tal vez porque simplemente mi vida sigue avanzando y creo que me quedé estancada en la cuneta, permitiendo que cada coche que pasa me remoje con el agua de la lluvia, dejándome esa sensación de frio que aún no he conseguido quitarme de encima.
Llevo tres días reteniendo las ganas de soltar un mar de lágrimas contenidas en mi alma. Y esas ganas me producen tal irritación que para evitar tal derrame innecesario, el estrés, la rabia y la desesperación se apoderan de mi y pierdo el control. Me enfado y a ver quién me comprende. Nadie lo hace, y nadie lo puede hacer... Me siento muy sola, y creo que necesito un hombro sobre el que derramar esas lágrimas contenidas... Pero no lo tengo, ni sabría cómo hacerlo.
Estoy triste. Aparte de por los días dominados por el maldito cromosoma X... Por otras muchas cosas.
FIN.
Laura.
Malos dias , Tristeza , Vida
Hace exactamente unos 6 meses mi vida parecía no tener sentido... Ahora, seis meses después, he cambiado de casa, he conocido gente nueva, y tengo cierta confianza que ese cambio ocurrió por algo.
He afianzado mi trabajo. Estoy más segura, aunque siempre surjan dudas, tengo mayor firmeza en mis decisiones, aunque siempre dude, pero sobretodo creo que he aprendido que las cosas se pueden hacer de muchas maneras y que como he aprendido con el tiempo, lo importante es que "mientras enseñas, hay que saber también enseñar a dudar de lo que enseñas".
Necesitaba nuevas metas y aquí llegaron. Aunque pronto llegarán a su fin y posiblemente volvamos a la espiral que muchas veces convive conmigo... la incertidumbre. Pero ahora puedo decir que me siento bien... Porque no siempre iba a escribir cuando estuviera mal. Esta vez, no estoy mal.
Tengo fuerza para afrontar lo que venga. Tengo ganas de plantearme nuevas metas. Tengo ilusiones, aunque dispersas, y también tengo mucho ánimo, que espero me dure mucho tiempo.
Quiero estar feliz ante la vida, quiero adoptar esa actitud de la que siempre hablo y nunca practico. Quiero coger mi camino y hacerlo mio, sin dudar que haya perdido nada durante el viaje.
El tiempo todo lo explica. Todo lo aclara. Y creo que una de las claves de la vida reside allí. Todo pasa por algo, y el tiempo todo lo explica.
Quiero ser fuerte para afrontar todo lo que venga, y precisamente lo digo antes de uno de los días más especiales para mi en el año, antes del día 10 del 10. El día de la Comunidad. Mi comunidad.
Porque mi nueva meta, mi nuevo viaje es precisamente ese: SER UN POQUITO MÁS FELIZ. Porque cuesta más, pero vale mucho más la pena. Para mi, y para quienes me rodean.
![]() |
| Pulsa si me necesitas, apareceré :) |
Un pedacito más de mi, en un día tan especial como será el de mañana.
Laureta (con ganas de no perder NINGUNA huella de mi viaje!)
Me canso de repetirme que estamos en esta vida para disfrutar de ella. Cada momento que pasa o cada situación que vivimos no es más que un paso más para acercarnos a aquello que seguro nos va a hacer felices.
Es curioso que a veces las cosas ocurran y que haya que esperar al futuro para entender porqué ocurrieron en su día y comprender qué nos ha llevado hasta ese punto, que pensabas era sin sentido. Pero el tiempo todo lo explica y casi todo lo pone en su lugar.
Cada día tengo menos intereses en este, mi camino en la vida. No veo metas, ni tengo ilusiones, ni consigo entender qué hago aquí. Y tengo muchas cosas buenas que me rodean, que están nubladas porque me empeño en cerrar los ojos ante ellas. Ojalá las viera y las tuviera presente siempre. En todo momento.
Sé que estoy medio loca y que mi capacidad ahora mismo de pensar es escueta y poco lúcida. Estoy triste, y no consigo evitarlo por mucho que me esfuerce, porque uno de las paredes que sujetan mi estructura está resquebradiza. Se rompe y no puedo evitarlo.
Empiezo un nuevo camino. Más sola aún que antes. Busco mis metas. Y igual ahora abro los ojos para ver las cosas que me rodean. Aunque tengo tantas ganas de llorar ahora mismo, que creo que es imposible apartar de mi cabeza las ganas de abandonar que tengo.
Espero volver pronto a mi camino, o que este se junte con el anterior. Te necesito conmigo, más que nunca. No me dejes sola, por favor...
Esperaremos al futuro, espero no muy lejano, para entender el significado de este estado... y de este cambio.
Laureta.
No siento nada. Estoy bloqueada hasta el punto que cualquier cosa que ocurra a mi alrededor pasa tan desapercibida que ninguno de mis sentidos sería capaz de captar el más sonoro y estruendoso de los mensajes.
Acabo de regresar de unas fantásticas vacaciones. Lo he pasado genial. He desconectado, disfrutado, vivido, y sobretodo he tenido mucho tiempo para pensar en qué se ha convertido mi vida.
Siempre he andado en el camino de mi vida con ciertos alicientes que me hacían avanzar con decisión, con certeza, con ganas y fuerza para alcanzar cualquier objetivo que quisiese plantearme. Y mis pasos avanzaban agigantados sin miedo a nada, totalmente convencida que todo era posible y que nada ni nadie podría detener ninguno de mis viajes. Eran pasos que dejaban huella... Una huella tan firme y segura que permanecía invencible a cualquier contratiempo al que fuese sometida.
Nada de eso queda. Mi vida se desmorona a mis pies, y he volcado mi vida en la espera. Siempre esperando ese momento tan preciado que luego nunca llega. Y te llevas una decepción.... detrás de otra, y otra, y otra. Y al final, te pasas la vida esperando, esperando... y mientras sólo deseas que pase el tiempo rápido para que llegue ese momento que tanto anhelas, pero que de repente se trunca y desaparece. Y piensas: "He perdido mi pasado, estoy perdiendo el presente porque no ha llegado y me estoy amargando el futuro..".
Han sido muchas las conclusiones que he sacado en todo este tiempo. No se puede estar siempre esperando, idealizando un momento que luego puede no llegar nunca. Acumular decepciones que luego sólo consiguen que pierdas el gusto de la vida. Pero te necesito tanto. Tengo tantas ganas de provocar uno de esos momentos especiales que alguna vez he podido vivir.
Te necesito como necesito el respirar.
Me haces llorar más que nadie, pero sólo tú eres capaz de consolar tanto dolor. Necesito darle sentido a mi vida, necesito tener alguna meta que alcanzar. Necesito que vuelvan mis pasos firmes que provocaban esa seguridad en mi y me hacían disfrutar de eso que parece que voy dejando pasar sin disfrutar. En definitiva, te necesito. Demasiado.
![]() |
| Necesitar es poco... |
Te quiero.
Quiero ser feliz. Y me encantaría que fuera a tu lado.
Quiero decirte tantas cosas... Quisiera que supieras tanto...
![]() |
| Te echo de menos... aún a veces cuando estás a mi lado. |
Prometí que jamás escribiría desde un lugar que no fuera mi ordenador. Pero esta vez lo hago. Aunque me parece que este es un lugar seguro. El zulito. Ese lugar donde guardo tantas cosas, y que me ha visto crecer en muchos aspectos.
Tengo terribles ganas de escribir, y una vez más no es precisamente estando demasiado contenta. Sí, lo sé, siempre me pasa igual...
Estoy especialmente sensible. Tengo las emociones a flor de piel, y necesito salir y gritar. Gritar que tengo ganas de cambiar. Gritar que no tengo fuerzas para hacerlo. Gritar y desahogarme. O gritar. Simplemente gritar.
Pienso mucho en ti, Jose. Ya hace más de 10 meses que partiste, espero que para estar mejor, aunque se nos haya privado de tu presencia entre los vivos. No te haces una ligera idea de lo que te echo de menos. Y sólo tengo ganas de llorar cuando pienso en ti, porque te echo extremadamente de menos.
El tiempo transcurre sin remedio. Nada impide que las agujas del reloj sigan avanzando a pasos agigantados y me siento mal al ver que sólo me limito a mirarlas avanzar. Pocas cosas me importan ahora mismo. Siento mi aliento cada vez más flojo y mi corazón se esfuerza por latir con más fuerza. Pero las palabras de desánimo llegan a mi con demasiada intensidad. No puedo más.
Un día cualquiera, en un momento concreto, sin previa aviso, el Sol decide dejar de calentar y sólo queda esperar que quiera volver a hacerlo. Mientras tanto, ¿qué me queda? Esperar. Aunque esperar sea desesperante. No puede hacer nada más. Y mientras, mi vida vuelve a avanzar sin mi.
¿Dónde estás? Quiero ir contigo. Tengo tantas ganas de llorar ahora mismo, que si el Astro Rey lo supiera, vendría corriendo a mi a subir mi temperatura.
Sólo me queda esperar. Y eso pienso hacer.
Laura. Encerrada en mi misma.
Aún recuerdo este día... Me preparastéis un día perfecto. Jose, Neus y yo. Gracias por ese día, que ya jamás podré repetir. Gracias por esta foto... Gracias Jose.
El año 2010 iba a ser un año especial. Llevaba muchísimo tiempo esperando este año. Y más, mis dos números favoritos, centrados en un día... 24 del 10 del 2010.
Pero por desgracia, este año no está siendo nada especial. Ya no sé cómo me siento. Echo de menos tanto a Jose... te echo de menos tantísimo, que nada ya va a ser lo mismo.
Te quiero Jose... Viajarás conmigo siempre. Porque la huella que marcaste en mi, fue tan profunda que jamás podrá borrarse.
24 del 10 del 2010, un día normal.
Laureta.
PD: Estoy bloqueada hasta para escribir...



